3 SEÑALES DE QUIEN NO NACIÓ DE NUEVO
Las actitudes, reacciones y ambiciones dicen mucho sobre la verdadera naturaleza de una persona. Todos nacemos de padres terrenales, heredando de ellos características y semejanzas. Sin embargo, cuando nacemos de Dios, sucede lo mismo. Descubra 3 señales que revelan si una persona nació de Dios o aún vive según la naturaleza terrenal
El Señor Jesús nos dio una de las enseñanzas más importantes: «Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es», Juan 3:6. Él divide a las personas en dos grupos. Nacer de la carne es el nacimiento natural de un niño, fruto de la unión de una pareja. En cambio, nacer del Espíritu es recibir la naturaleza de Dios. Por eso, este tema es extremadamente importante.
Entonces, ¿cómo puede saber una persona si no nació de Dios? Veamos 3 señales:
1. La persona lleva consigo herencias negativas de los padres.
Por ejemplo, el padre era nervioso y hoy el hijo también lo es; la madre traicionó al padre y ahora la hija también traiciona a su esposo. Es posible heredar características a través del ADN. No es casualidad que el médico nos pregunte si tenemos el historial de determinada enfermedad en la familia. Esto también sucede, por ejemplo, en el ámbito espiritual, emocional o moral. Heredamos rasgos del temperamento. Entonces, ¿cómo se puede resolver esto? La solución es nacer de nuevo. Cuando eso sucede, su ADN se transforma y usted tiene el ADN del Espíritu Santo, recibe poder para cambiar esa situación.
2. La persona es esclava de las emociones.
Quien es carne está sujeto a las sensaciones de la carne. Esto se refiere tanto a las emociones buenas como a las malas. Por ejemplo, una persona que es carente al punto de aceptar las migajas de una relación abusiva. La persona que no nació de Dios será dominada por sus emociones, simplemente obedecerá esas emociones. Por otro lado, el que nació de Dios se domina a sí mismo. No es que no tenga sentimientos, pero el Espíritu Santo controla su espíritu para que haga lo correcto.
3. La persona es movida por las ambiciones de este mundo.
Busca, principalmente, las vanidades. Es movida por el deseo de ser famosa, rica y admirada por las personas; es movida por la ostentación y por la opinión de los demás. Valora lo que este mundo valora; sus ambiciones son mundanas porque es carnal.
Entonces, ¿qué hacer?
Si usted identifica que no nació de Dios, lea Juan, capítulo 3, y siga el consejo del Señor Jesús. Usted debe desear morir para sí mismo. No puede tener ambas cosas al mismo tiempo. Si realmente desea ser hijo de Dios, Él le dará el poder para alcanzarlo.
¿Ponemos esto en práctica? Vea el mensaje completo en el siguiente video.