¿Qué caracteriza un ladrón? Él toma para sí lo que es de los demás. Una actitud condenable en todas las culturas, pueblos, creencias, e incluso entre los ateos. Observe el caso de los hijos del sacerdote Eli, ellos tocaban la ofrenda del pueblo, sacaban provecho de las ofrendas.

«Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.» 1 Samuel 2:13-14

Aquí vemos que no era solo el dinero de los demás que los hijos de Eli tobaban. Ellos tocaban lo sagrado. Cuando una persona toca lo sagrado, todo para ella pasa a estar permitido. No hay más límites para equivocarse. Y así, lamentablemente, hay muchos pastores; tocan lo sagrado, tocan las ofrendas de las personas. Ni siquiera se preocupan por el alma de aquellos que están pastoreando. No se preocupan por si la persona tropezará o se escandalizará, si su alma va al infierno, o incluso si la persona saldrá de la iglesia a causa del escándalo.

Si el pastor toca lo sagrado, para su propio beneficio, por algún fin o beneficio que no está autorizado en la obra de Dios, él está robando la ofrenda, tocando lo que es de Dios.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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