CÓMO LIDIAR CON QUIEN TIENE ESPÍRITU DE VÍCTIMA
Analice su vida y vea si no ha sido una víctima, o se está dejando llevar por ese sentimiento
Ya hemos hablado sobre cómo identificar el espíritu de víctima, cómo librarse del espíritu de víctima (si es que lo tiene) y ahora hablaremos sobre cómo lidiar con alguien que tiene el espíritu de víctima.
La persona que tiene el espíritu de víctima es alguien que por cada solución que usted le da crea un problema. Si esta persona se queja con usted por algo y usted le dice: «Haz esto», la persona le responde: «No, porque tengo esto otro». Nada de lo que sucede es culpa de esta persona, siempre es culpa de los demás. Estas personas están llenas de negatividad (incluso usan esto para manipular y hacerse las «pobrecitas» y conseguir lo que quieren de los demás) y terminan teniendo el don de envenenarlo contra los que considera que las victimizan.
Para vencer el espíritu de víctima, debe luchar contra él en espíritu. Lo primero que debe hacer es guardarse mediante la fe, la oración, buscar discernimiento, tener conciencia espiritual respecto a las artimañas que el mal lanza sobre usted usando a esa otra persona.
Lo ideal es que evite a esa persona. Pero, de no ser posible, deberá usar la psicología inversa (cuando invierte la situación, le devuelve a la persona lo que dijo y hace que lo escuche, porque a veces las «víctimas» no se escuchan a sí mismas). Cuando esta persona dice: «Hay unas 20 personas en mi trabajo que conspiran en mi contra», usted le responde: «Realmente, creo que esas 20 personas no tienen nada mejor que hacer en la empresa que sentarse, formar un comité y crear un grupo de trabajo para discutir cómo te perjudicarán».
Otra cosa que puede hacer es rebatir la negatividad con una palabra de fe. Le puede decir: «Pero, Fulano, en todo esto nosotros somos vencedores. Ten fe, venceremos». Use la victimización de esa persona como un detonante para poder cubrir eso con la Palabra de Dios.
También puede decir: «Eres demasiado fuerte como para que eso te afecte. No creo que seas así de débil».
Y otras veces, solo deberá ignorarla, porque a estas personas les agrada tener público. Es como los niños cuando lloran y hacen berrinche porque hay alguien cerca.
Encuentre algo para hacer y váyase. Estas personas necesitan comprensión, pero usted no puede permitir que lo manipulen.
Si ve la historia de Marta, sabrá que ella se victimizó. Cuando María estaba a los pies de Jesús, Marta «estalló», y, acercándose a Jesús, Le dijo: «Señor, ¿no nota que mi hermana me dejó aquí sola? ¿No dirá nada?». Es decir, Marta intentó poner a Jesús en contra de María y culparlo por haber visto la situación y no haber hecho nada. ¿Qué hizo Jesús?: «Marta, tú estás preocupada por muchas cosas, pero solo una cosa importa y tu hermana escogió la buena parte». En otras palabras, mostró que la actitud de la hermana era más digna de alabanza que la de Marta.
Entonces, no debemos hacernos las víctimas. El vencedor no mira hacia fuera, sino que mira hacia dentro de sí mismo y también mira hacia Dios. «¿Qué puede estar preparando Dios a través de esto, de lo que estoy pasando?». Y, mientras esta persona no lo entienda, Le pide ayuda a Dios para pasar por eso.
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