thumb do blog Renato Cardoso
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EMPEZAR EL DÍA CON PROPÓSITO

Alégrese por un día más que Dios le dio. Si usted está dentro de Su propósito, tiene un compañero tanto para las alegrías como para las dificultades

«Este es el día que hizo el Señor. Nos gozaremos y alegraremos en él.» Salmos 118:24

Observe la actitud del salmista con relación a cada nuevo día. Es muy diferente con respecto a lo que muchos hacen hoy, que es empezar un nuevo día, un lunes, quejándose. ¿Conoce ese personaje? «¡Oh, Cielos! ¡Oh, día!». La persona empieza quejándose, empujándose a sí mismas para salir de la cama, sin ánimo y sin perspectiva.

Sin embargo, es normal que las personas que viven sin una razón, sin un propósito, consideren cada nuevo día como un peso que deben cargar.

Quizás usted esté así. El salmista dijo: «¡Qué maravilla que Dios me permitió ver un día más! Disfrutaré este día. El solo hecho de estar vivo, de respirar, de poner los pies en el suelo y de tener dos piernas fuertes para mantenerme ya es algo que me da alegría». La persona que no tiene un propósito no puede ver eso, por este motivo, sus días son como un castigo.

¿Cómo cambiar eso? ¿Cómo alegrarse por cada día que el Señor creó? Eso es una cuestión de fe, de puntos de vista. Porque, cuando despierto por la mañana, sé que tendré problemas que resolver, situaciones que enfrentar y que no todo está como me gustaría. Mi vida no es diferente a la de las otras personas, pero ¿qué me motiva? Lo primero es saber que vivo por un propósito infinitamente mayor que yo, el propósito de Dios. Entender que Él me eligió, que me puso dentro de ese propósito y que mi vida sirve a ese propósito es el combustible que mueve mi cuerpo, así como la sangre que corre por mis venas.

Si tiene un propósito, este lo fortalece. Usted tiene un motivo para levantarse de la cama, para ir a trabajar, para pasar por una lucha; tiene una visión más allá de todo lo que sucede aquí y ahora.

Por eso, debe encontrar su propósito. No es necesario viajar por todo el mundo o escalar montañas para descubrirlo; su propósito ya fue establecido: estamos aquí para conocer a Dios. Recibimos la buena noticia de la Salvación, que nos produce esperanza más allá de esta vida. Nuestra existencia va mucho más allá de la existencia de este mundo, y les transmitimos a otras personas lo que hemos recibido.

Cuando entiende el propósito de Dios para su vida, lo vive; y eso no se vuelve antiguo. Usted no depende de nada de este mundo, su combustible viene de lo Alto. Entonces, no importa si es lunes o domingo, si es de madrugada o si las personas lo aman o lo odian, nada de eso importa, porque está más allá de las cosas de este mundo.

Usted sale de la cama y dice como el salmista: «¡Gracias a Dios por un día más! ¡Gracias a Dios por los problemas que enfrentaré hoy! Gracias a Dios por las luchas y las fuerzas que me da. Gracias a Dios por este propósito, porque no hay vida fuera de este». ¿Usted cree? Entonces, empiece a decir esto cada día de su vida.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso