EL SHOCK: CUANDO ÉL SE CONOCIÓ
La historia de Pedro, el discípulo de Jesús, puede ayudarlo a verse a sí mismo, para conocer sus actitudes y reacciones. Es necesario que pase por esto
Seguramente, usted conoce la historia del apóstol Pedro, discípulo del Señor Jesús. Él negó que Lo conocía tres veces, porque el Señor Jesús había sido arrestado. Pedro estaba allí, mezclado entre la multitud, observando lo que los guardias y los religiosos hacían con Él. Entonces, cuando alguien lo reconocía, Pedro decía: «No conozco a ese hombre». Muchos conocen esta historia, pero tal vez no desde el ángulo que conocerá ahora.
El Texto dice que el Señor Jesús, antes de ser arrestado, le dijo a Pedro: «Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero Yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. Y Él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que Me conoces. Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada», Lucas 22:31-35.
Puede ver que el diablo tenía un interés especial en Pedro, él quería zarandearlo. Claro que para Dios y para el diablo un alma es un alma; pero algunas almas representan muchas otras. Pedro, ciertamente, representaba muchas almas, porque era uno de los principales discípulos, por eso Satanás quería derribarlo.
Cuando el gallo cantó, Pedro descubrió que no se conocía y fue necesario que pasara por esa gran vergüenza. Él tenía una idea muy equivocada sobre sí mismo, desde el punto de vista espiritual, se creía un superhombre.
Esto nos sirve de alerta a nosotros. He visto a muchas personas que, en el calor de la emoción, dicen: «Nunca abandonaré al Señor Jesús». Las personas dicen lo que les gustaría que fuera cierto, solo que no saben que tienen una idea equivocada sobre sí mismas; se apoyan en su propio entendimiento, en su propia estructura.
La alerta es clara: tenemos la tendencia de creer que podemos más. El adúltero nunca pensó que traicionaría a su esposa, al contrario, repudiaba el adulterio, creía que tenía una estructura que no tenía. En otras palabras, fue engañado por su propio corazón. No debemos confiar en nosotros con todo el corazón, la Biblia dice que debemos confiar en el Señor, porque esa autoconfianza se vuelve exagerada. Vea que, de los doce discípulos, Pedro era el que más se destacaba.
Entonces, cuidado. Es importante que usted se humille y dependa de Dios. No haga de su brazo su apoyo; su corazón siempre debe confiar en Dios y desconfiar de su carne. No crea en su parte caída (la herencia maligna de Adán y Eva). Es a causa de esa parte que usted siempre debe estar mirando hacia Dios, evaluándose y corrigiéndose, para no terminar pasando una terrible vergüenza.
Vea el mensaje completo en el siguiente video y medite sobre esto.