Hoy quiero hablarle sobre «ángeles». Un tema vasto en la Biblia, que merece su propio estudio por separado. Pero, como el salmo 91 habla sobre ellos, vamos a abordar un poco ese tema.

«Pues a Sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.» Salmos 91:11-12

Dios les dará la orden a Sus ángeles con respecto a quien habita al abrigo del Altísimo. Este es el único fragmento del Antiguo Testamento que sugiere la idea de ángeles guardianes. Aquí vemos que los ángeles son como nuestros guardaespaldas bajo la orden del Altísimo. Observe qué profunda es esta palabra.

Los ángeles siempre están presentes en la historia de la humanidad: «¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la Salvación?», Hebreos 1:14. Los ángeles son espíritus siervos para los que heredarán la Salvación. A veces, la persona aún no es salva, pero Dios, como conoce el futuro y sabe que esa persona será salva, envía a Sus ángeles para protegerla. Usted puede ver, ¿cuántas personas pasaron por situaciones en las que podrían haber muerto? Ellas fueron libradas aun sin merecerlo, porque no eran salvas. Sin embargo, Dios, sabiendo que esas personas creerán en Él y Lo aceptarán, envió a los ángeles para protegerlas.

Muchos de nuestros familiares no son salvos, pero, a causa de los que habitan en el abrigo del Altísimo, Dios envía a Sus ángeles para que protejan a esos familiares que serán salvos. Porque también existe lo contrario: hay ángeles que fueron expulsados del Cielo y hoy son demonios librando una guerra espiritual para llevarse el alma de las personas. Entonces, nosotros estamos en medio de ese fuego cruzado: ángeles y demonios.

«Pues a Sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden…», fue el versículo que satanás citó en la tentación del Señor Jesús en el desierto. satanás le sugirió al Señor Jesús que se arrojara desde el pináculo del Templo, pero Él respondió: «No tentaréis al Señor vuestro Dios…», Deuteronomio 6:16.

Ese intercambio entre satanás y el Señor Jesús nos enseña algo importante: que haya ángeles cuidándonos no significa que debamos arriesgarnos: «Dios me guardará». No, Jesús no se aferró a eso. Él nos mostró que, aunque tengamos a los ángeles cuidándonos, no debemos perder el sentido común. A veces las personas nos provocan: «Si eres hijo de Dios, haz tal cosa», pero usted no debe probar nada, no entre en esas tonterías.

La segunda lección es que el diablo usa la Biblia en nuestra contra. Él cita la Biblia para engañarnos, incluso sacó el texto de contexto con el Señor Jesús; aunque no lo logró con el Señor Jesús, lo ha logrado con muchos creyentes. Un solo versículo puede decir una cosa, pero, dentro de contexto, puede decir otra. Tenga mucho cuidado.

Medite al respecto por medio del siguiente video.

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