Como era de esperarse, el tema de los sueños causó polémica. Lamentablemente, las personas no están abiertas a este entendimiento que dejó la Biblia: Dios habló mucho a través de los sueños, pero hoy habla a través de la Palabra y del Espíritu.

Dios puede hacer lo que quiere, hablar a través de los sueños y de cualquier cosa, Él es Dios. Sin embargo, actualmente, Él también tiene un modo de actuar; Él ha trabajado con la Palabra, el Espíritu Santo y el nombre de Su hijo Jesús.

Por falta de entendimiento de la diferencia de los tiempos bíblicos, muchas personas creen que lo que está escrito con respecto a acontecimientos peculiares de esa época todavía suceden hoy.

«Porque así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis. Porque falsamente os profetizan ellos en Mi nombre; no los envié, ha dicho el Señor.»

Jeremías 29:8-9

Aquí, usted puede ver que en esa época, en la que Dios hablaba esporádicamente con ciertas personas, ya había quienes se consideraban adivinos, profetas e interpretadores de sueños. Por este motivo, Dios alertó al pueblo sobre el peligro de quitar la confianza de la Palabra y ponerla en la palabra de otra persona, lo cual no es confiable.

Cuando una persona comienza a buscar cosas extrabíblicas, como un gurú, un coach o un adivino que le revelará el futuro, sustituye a Dios por eso, poniendo un becerro de oro en su vida.

Tanto Dios como el diablo quieren la confianza y la fe de las personas. Cuando alguien expresa su fe en Dios, permite que Él actúe. Cuando Lo obedezco, Le doy acceso a mi vida.

Sucede lo mismo con el diablo, su estrategia es despertar la confianza de las personas para que le crean y le permitan entrar.

Vea el mensaje completo en el siguiente video y sepa más sobre este asunto.