ENCONTRANDO SU PROPÓSITO DE VIDA
Creo que ya se ha hecho preguntas existenciales; ¡y tengo la respuesta para usted! «… porque sé de dónde he venido y a dónde voy…» Juan 8:14
¿Quién no se ha hecho preguntas existenciales? «¿Por qué estoy aquí?», «¿De dónde vengo?», «¿Hacia dónde vamos?», «¿Qué es la muerte?», «¿Qué sucede después de la muerte?».
Estas son algunas de las preguntas existenciales que todo el mundo se hace. Lamentablemente, la mayoría no profundiza para buscar una respuesta verdadera y termina aceptando respuestas clichés, sin cuestionar lo que ha abrazado.
A causa de eso, muchas personas viven sin propósito. Porque, cuando usted no sabe de dónde viene ni hacia dónde va, es como un trotamundos, un excelente ejemplo para que entienda lo que es una vida sin propósito.
Un trotamundos no tiene casa, entonces, no tiene destino ni un punto de partida. Hoy puede estar aquí y mañana en otro lado. Anda sin rumbo, lo único que hace es moverse. Quien lo conoce se pregunta: «¿Cuál es la historia por detrás de ese comportamiento? Eso no es normal», pero exactamente así viven la mayoría de los seres humanos, como trotamundos espirituales.
El Señor Jesús dijo: «… porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy», Juan 8:14.
Él vino del Padre, vino del Cielo, fue el pan que descendió del Cielo para saciar el hambre espiritual de la humanidad. Él tenía un objetivo, un rumbo, y sabía que volvería al Padre. Desde que nació hasta el día de la cruz, tuvo un propósito, que fue cumplido. Él regresó al lado derecho del Padre, después de cumplir Su misión en la Tierra.
«¿De dónde venimos?», la respuesta está frente a nosotros, pero las personas buscan una explicación para lo obvio. Los científicos, incluso los que no tienen fe, concuerdan con que las posibilidades de que sucediera algo en la naturaleza para que el ser humano existiera son prácticamente nulas. Si no hubiera una mente inteligente por detrás de eso, no habría nada.
Por este motivo, el Señor Jesús dijo que vino del Padre, vino a presentarnos al Padre. Cuando una persona sabe que tiene un Creador, sabe que Él ya determinó un destino: que nos volvamos a Él. A fin de cuentas, ¿qué quiere un padre a no ser tener contacto con su hijo, desde que lo toma en brazos al nacer y hasta el final? De la misma manera, Dios nos quiere tener con Él por toda la eternidad. Él nos creó para que seamos como Él, eternos.
Por eso, cuando llegue la muerte, los que creyeron en el Señor Jesús, en la propuesta de la Salvación de Dios, estarán con Él para siempre.
Hay un versículo que resume todo esto: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga Vida Eterna», Juan 3:16.
Reflexione, ordene sus pensamientos y vea el siguiente video.