ADICTO AL MERTHIOLATE: NO ES LO QUE HIZO, SINO LO QUE HACE
No importa lo que hizo, sino lo que está haciendo ahora. Su pasado no puede cambiar ni volver, pero su presente y su futuro usted los puede cambiar
No importa lo que hizo, sino lo que está haciendo ahora. Preste mucha atención a esta verdad.
Quizás usted siempre creyó y practicó la justicia y la honestidad. Solo que pensaba que por todos los años que actuó correctamente recibiría recompensas. Pero no es eso lo que está ocurriendo. Entonces, le viene el pensamiento a su mente: «¿De qué sirvió haber hecho todo bien? Es mejor desistir».
Preste atención a cómo funciona la vida realmente. Está la vida que existe en el imaginario de nuestra cabeza y está la realidad. En el imaginario, deberíamos subir un escalón a cada momento, sin injusticias, pero eso no sucede en el mundo real.
Vea el ejemplo de uno de los mayores profetas: Elías. Él era un hombre de fe de verdad. Cuando oraba, el fuego, literalmente, caía del cielo. Él era un hombre de desafío (desafió a Jezabel, a los falsos profetas). Elías fue a todo o nada y, aun así, demostró que solo el Señor es Dios.
Cuando el fuego descendió y Elías probó el valor de Dios, esperaba que el rey Acab se arrepintiera de haberse casado con Jezabel, se marchara y restaurara el culto al Altísimo con el pueblo. Pero sucedió lo contrario: Jezabel prometió matar a Elías en menos de 24 horas.
Él huyó, corrió hacia el monte y Le dijo a Dios: «Ya es suficiente para mí. Basta. No aguanto más. Todo el pueblo rompió la alianza. Solo quedo yo (fue algo exagerado porque había un grupo que no se había inclinado ante Baal). He sido extremadamente aplicado con el Señor. Mataron a los profetas y ahora me quieren matar a mí».
Elías se desahogó con Dios. Pero observe que todo su enfoque estaba en el pasado, en lo que ya había hecho y en lo que había sucedido. Y Dios no participó de esa conversación, no dijo: «Es verdad. Has sido fuerte, Elías. Vi que no Me has decepcionado». Dios no observó el historial de superaciones, sino que le dijo a Elías lo que debía hacer en el presente y en el futuro.
Le dijo: «Vuelve por tu camino (en otras palabras, quería decir que no debería haberse ido). Cuando llegues al desierto de Damasco, levantarás un rey y levantarás a Eliseo como profeta del lugar». Dios ya cambió a Elías, no fue que dejó de tener la unción, sino que trajo un sustituto, porque Elías creyó que ya había llegado al fin, entonces, otro ocuparía su lugar, pero Dios no sopló sus heridas.
De la misma manera, a veces también queremos que las personas nos tengan lástima. Que las personas digan: «Realmente eres un héroe». Pero Dios no Se detiene en esas cuestiones. Si Él no lo hace, ¿por qué usted debería tener pena de sí mismo?, ¿por qué debería mirar lo que ya pasó? Debe mirar hacia el «hoy», si quiere sobrevivir. Lo que hace hoy es lo que cuenta, no lo que atravesó o lo que enfrentó. Si no continúa caminando, no pasará al presente ni al futuro. Si no continúa trabajando fracasará.
Entienda más sobre este tema con el siguiente video.