CÓMO SER HONRADO EN LA VIDA
Muchos buscan la honra y la desean en sus vidas, pero pocos saben cómo ser honrados de forma eficaz
La Palabra de Dios, en Romanos 13, nos exhorta a no ser deudores de nadie, a no ser del amor. Nosotros debemos el amor, en el sentido pleno de la Palabra. ¿Qué ganamos por trabajar diariamente sin descanso? Les estamos dando la oportunidad de conocer la Palabra que libera. Y tenemos la seguridad de que Dios nos retribuye por lo que hacemos.
«Pagad a todos lo que debáis: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor.» Romanos 13:7
Es decir, una vez que se oficializa el impuesto, no nos queda más nada, a no ser, por conciencia cristiana, pagar lo que debe pagarse.
Los hijos les deben respeto a los padres. La Biblia enseña que toda autoridad viene de Dios. Es por lo que usted necesita tener conciencia sobre las elecciones políticas. Puede no gustarle la autoridad que está gobernando, pero debemos orar a su favor para que todo vaya bien.
El que desea ser cristiano debe tener esa conciencia. Por ejemplo, el marido y la mujer tienen la deuda uno con el otro de darse atención entre sí, de estar presente físicamente uno con el otro. ¿Qué le debe a su marido o a su esposa que está en «rojo con él o con ella»? Si quiere un matrimonio honrado, primero debe pagarle las deudas al otro. No me refiero al dinero, sino a los principios y valores de uno con el otro.
En nuestra lengua tenemos la expresión: «Honrar los compromisos», pero ¿qué es honrar? Es cumplir lo que se espera, lo prometido, cueste lo que cueste. A muchas personas no les gusta deber, se ajustan los cinturones, sacan de donde no tienen para no fallar con la palabra empeñada, incluso cuando es difícil.
Por lo tanto, si quiere tener una vida honrada, sepa que solo será honrado después de actuar honradamente. La honra se conquista. Antiguamente, se decía honorario al sueldo. La palabra honorario viene de honra. La persona merece ser honrada por lo que hizo, la honra es un premio por las correctas actitudes que la persona hizo.
En lugar de quejarse o de pedirle a Dios que lo honre, sepa que la honra no se pide, es una decisión de Aquel que tiene el poder de honrar. Mírese a sí mismo y piense: «¿Estoy cumpliendo con mis compromisos?». Nuestro trabajo es mirar en dónde debemos y cumplir, de esta manera, la honra será una consecuencia.
Medite al respecto a través del video.