Alguien preguntó: «Obispo, me dijeron que una vez salvo, salvo para siempre. La persona ya está predestinada a ir al Cielo. ¿Es verdad?».

En algunos círculos cristianos, existe una línea de pensamiento que cree que una persona que se ha entregado a Jesús nunca más perderá la Salvación, aunque caiga en pecado. Incluso se usan algunos pasajes bíblicos para justificar esto.

Sin embargo, la mayoría de los que siguen la Palabra de Dios lo entienden de forma diferente, según lo que se explica en las Escrituras: la Salvación se debe mantener, porque se puede perder.

Uno de los pasajes que muestra esto es: «Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo», Mateo 24:13. Entendemos con esto que quien no persevere hasta el fin no será salvo.

Si la Salvación fuera algo fácil, ¿cuál sería el sentido de que el Señor Jesús explicara que el camino hacia la Salvación es angosto y la puerta estrecha? «Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan», Mateo 7:13-14.

Si esto no es suficiente para que entienda que esa historia de «salvo para siempre» es una mentira formulada por satanás, ¿qué más lo será? Las mentiras que el diablo usa contra los cristianos siempre estarán basadas en la Biblia, así como el diablo citó el Salmo 91 para tentar al Señor Jesús; él usa textos fuera de contexto.

Usted debe entender que la Biblia no se contradice, pero hay versículos que, si los saca de contexto, parecen decir otra cosa. De esta manera, los cristianos incautos podrían creer que serán salvos de cualquier manera y podrían relajarse en la fe.

La Biblia nos desafía todo el tiempo, nos incomoda, por eso, si usted recibe una palabra bíblica que lo hace sentir cómodo, no está alineada con el Espíritu de Dios.

Si esto no es suficiente, consulte el libro de Apocalipsis, en el que el Señor Jesús se dirige a Su Iglesia. Cada una de las cartas a las iglesias termina con la misma afirmación: «Al vencedor…» (vea Apocalipsis, capítulos 2 y 3).

Para ser salvo, debe vencerse a sí mismo, también debe vencer al mundo y al diablo.

Por último, el apóstol Pablo también le dice al joven pastor Timoteo: «Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la Salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan», 1 Timoteo 4:16.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.