thumb do blog Renato Cardoso
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NO CONTINÚES EL PASADO, ÚSALO

Si algo no está saliendo bien, necesitas parar, analizar y empezar a hacer las cosas de manera diferente

Solo debemos continuar el pasado si viene funcionando. Si tu matrimonio ha estado funcionando bien, si hoy están mejor que ayer, entonces continúen en ese camino que está dando resultados.

Pero, si tu pasado hace que tu presente sea amargo e infeliz en el amor, entonces, naturalmente, debes mirar hacia atrás y aprender lo que no debes volver a hacer, porque lo que has estado haciendo, de donde has venido, te está llevando a un lugar al que no quieres ir. Entonces, debes aprender a usar ese pasado para cambiar tu presente y tu futuro.

Es lo que Dios dice en Hageo: «Ahora pues, así dice el Señor de los Ejércitos: Considerad bien vuestros caminos. Sembráis mucho, pero recogéis poco…», Hageo 1:5-6.

Observa que Dios nos llama a considerar nuestro pasado y ver su efecto en nuestro presente. ¿Cuál ha sido el fruto de tu matrimonio y de tu vida amorosa actualmente? ¿Qué has cosechado?
Por ejemplo, muchos están cosechando frialdad, inseguridad, falta de respeto, falta de confianza e incluso falta de intimidad en el matrimonio. Tal vez miras hacia el futuro y ya no puedes verte junto a esa persona.

Sin embargo, este presente es el resultado de lo que han estado haciendo hasta ahora. Incluso, muchos solteros también cargan con esa marca del pasado, diciendo: «Ya no confío en nadie. Creo que quiero estar solo. No tuve suerte en el amor, sufrí un trauma. Soy madre soltera, ¿quién me querrá? Soy una persona divorciada. Ya pasé los 40, los 50». Tal vez miras tu presente y dices: «Esto no es lo que quiero».

Dios te llama a hacer un balance de lo que has hecho y cuál ha sido la cosecha hasta ahora. Solo resolvemos nuestros problemas cuando empezamos a observarnos a nosotros mismos y a ver en qué estamos fallando.

Las personas tienen mucha facilidad para ver los errores de los demás. Cuando Dios dice «consideren bien sus caminos», no es para que te fijes en los errores del otro, sino en los tuyos. El otro tiene errores, pero mira los tuyos, mira tus caminos y observa cuál ha sido el resultado, haz una evaluación. Recuerda: el amor inteligente es el amor que piensa.

En este pasaje, Dios estaba diciendo que ese pueblo estaba sufriendo porque era egoísta, solo se preocupaba por sí mismo y se olvidaba de Él. Es precisamente el egoísmo lo que mata el matrimonio, lo que lo hace marchitarse, cuando cada uno se preocupa solo por sus propios intereses y no por el interés del otro.

Entonces, Dios está esperando que evalúes tu pasado y tomes una decisión. O insistes en el orgullo y sigues hundiéndote, arruinando tu matrimonio; o eres humilde y reconoces que lo que has hecho no está funcionando, y, por lo tanto, necesitas encontrar un camino diferente.

Mira el siguiente video completo y haz una autoevaluación.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso