thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

¿DIOS LO LIBRÓ Y USTED NO LO VIO?

No siempre logramos entender todo, pero Dios sí. Lo que hoy lo frustra, en realidad, puede ser un libramiento de Él. Lo que parece injusto a los ojos humanos puede ser la causa de Su justicia. No necesita entender todo, decida confiar en la voluntad de Dios, que siempre es buena, perfecta y agradable

Es muy importante que usted esté consciente de que no ve todo, no sabe todo y, por lo tanto, no puede entender todo. Solo Dios tiene ese poder. A lo sumo, vemos una parte de la situación. De esta manera, momentos que aparentemente son malos para nosotros, en realidad, pueden ser buenos.

Voy a ilustrar esto con la historia del apóstol Pablo, en Hechos 25. Él siempre estuvo en apuros debido a sus perseguidores. En una ocasión, estuvo preso dos años en Cesarea. Sin embargo, hubo un cambio de gobernador, y el cargo fue ocupado por Festo. Entonces, los líderes religiosos le pidieron a Festo que llevara a Pablo a Jerusalén, con la intención de que fuera «juzgado». Ellos estaban tramando una forma de asesinar al apóstol en el camino.

Vea que el sumo sacerdote y los principales líderes religiosos estaban planeando matar a un hombre inocente. Lamentablemente, este mundo es así. Hay religiosos que creen que están por encima de Dios.

Pero Dios, en Su soberanía, usó la boca de Festo para decirles que Pablo estaba seguro en Cesarea y que no lo llevaría a Jerusalén. Vea que Dios usó a un incrédulo para proteger la vida de Pablo.

Desde el punto de vista del apóstol, sabemos que llevaba dos años encarcelado injustamente. No es difícil imaginar que oraba a Dios pidiéndole salir de allí, pero Dios no le respondió y lo dejó en ese lugar para proteger su vida. La vida de Pablo era resguardada por una prisión.

Tal vez eso a lo que usted llama prisión o frustración es exactamente lo que lo está protegiendo de algo en este momento. A veces no sabemos de qué nos libra Dios, por ejemplo, cuando no entendemos el motivo por el cual un negocio no se concreta o algo que deseamos no se materializa.

Ya que no podemos saberlo todo, ¿qué debemos hacer? Tenemos que poner nuestras vidas en las manos de Dios para que Él nos guíe y creer que, si estamos buscando hacer Su voluntad, siempre será lo mejor para nosotros, aunque aparentemente estemos pasando por injusticias.

Piense por un momento, ¿y si Él está guardando su vida? ¿Y si Él lo está dirigiendo hacia algún lugar? Si decimos como en la oración del Padre nuestro («hágase Tu voluntad»), incluso lo que estaba destinado a salir mal saldrá bien. Tome todas sus quejas y entréguelas a los pies del Señor Jesús: «Hágase Tu voluntad. No voy a seguir murmurando, simplemente confiaré. Y lo que Tú quieras, que así sea».

Vea el siguiente video y piense al respecto.

imagem do author
Colaborador

Obispo Renato Cardoso