Es importante entender la diferencia entre bienestar y estar bien con Dios. Porque todos los seres humanos, naturalmente, buscan estar cómodos, bien alimentados, viviendo bien y vistiendo bien.

Sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña que la búsqueda por el bienestar es inútil y, generalmente, al final se encuentra el malestar. Esto sucede porque la búsqueda por el bienestar genera ansiedad, vanidad, preocupación, inquietud.

Jesús habló sobre el hecho de andar con ansiedad, en el Sermón del Monte, que nos da básicamente un manual para toda la vida.

«¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?». Mateo 6:27

En otras palabras, hay cosas que no podemos cambiar, independientemente de cuánto nos afanemos o de cuánto nos esforcemos. Son cosas que debemos aceptarlas como son, y confiar en que Dios hará lo que nosotros no podemos. Incluso, sobre las cosas que nosotros podemos cambiar, dijo:

«Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?». Mateo 6:28-30

Esta búsqueda hace que la persona pierda la fe y se base en lo material, en lo que puede tocar, en lo que puede ver, pasando a apoyarse solo en las cosas que son pasajeras, vanas; lo cual le trae muchos problemas y aflicciones al alma. Él concluye diciendo:

«No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas». Mateo 6:31-32

Los gentiles son las personas que no conocen a Dios. Ellas atribuyen la felicidad a las cosas materiales, por eso buscan todas esas cosas en vano. En la búsqueda del bienestar, terminan encontrando el malestar, la frustración, el vacío.

Jesús dijo que la solución es: «Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal», Mateo 6:33-34.

No se engañe, no iguale la riqueza y el dinero con la bendición de Dios. El Altísimo puede bendecirlo económicamente, pero el hecho de que una persona tenga dinero no significa que tenga la bendición de Dios. No confunda bienestar con estar bien con Dios.

Entonces, si busca estar bien con Dios, Él se encargará de su bienestar. Por eso, busque primero agradar a Dios. Él es su Padre Celestial, Él sabe lo que necesita, conoce sus luchas, sabe todo, y Él lo cuidará.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.