Creyentes Ladrones
Porque Yo el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de Mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a Mí, y Yo me volveré a vosotros, ha dicho el Señor de los Ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?
La palabra clave aquí es: “Volveos a Mí”.
La historia de Israel no es recordada por la obediencia al Señor. Es más, durante toda su relación con Dios, Israel vivió más tiempo en la rebeldía que en la obediencia.
A pesar de ser las primicias de Dios de entre todas las naciones. Jeremías 2:3
Primogénito del Altísimo.
Aun así despreció la consideración Divina.
A causa de su rebeldía, el Señor lo consideró ladrón.
Ladrón de Dios.
Igual a la mayoría de los creyentes de hoy en día.
No fueron los enemigos, ni las naciones vecinas los que llamaron a Israel ladrón. Fue el propio Dios.
La fama de ladrón es la más deprimente para las personas honradas.
Los que odian a Jesús también me llaman ladrón.
Sin embargo, si el Justo Juez me defiende, ¿Quién intentará acusación contra mí? Romanos 8:33
Pero, cuando es el Propio Juez el que acusa a Israel de ladrón, ¿quién lo defenderá?
Si no conociese al Señor y a Su Santa Ley, Israel no sería considerado ladrón.
Lo mismo sucede con respecto a los creyentes desobedientes.
Son peores que los malhechores incrédulos.
Son ladrones delante del Dios-Padre, ladrones delante del Dios-Hijo y ladrones delante del Dios-Espíritu Santo.
Es esa la razón por la cual en su mayoría son fracasados.
Saben confesar promesas como El Señor es Mi Pastor y nada me faltará… Pero no viven eso.
Es más, son siervos de los impíos e incrédulos.
Comen mal, duermen mal, residen mal, en fin, viven mal…
¿Por qué?
Porque conocen la Palabra de Dios, pero obedecen al diablo.
El diablo vino para robar, matar y destruir. Juan 10:10
Ellos no matan ni destruyen, literalmente.
Pero roban a Dios.
Hacen lo mismo que el diablo.
Y si el Señor llamó ladrón a Su pueblo elegido, ¿no hará lo mismo con los cristianos ladrones?
¿Y será que el Señor Jesús va a defenderlos sólo porque dicen creer en Él?
¿Sólo porque son frecuentadores de iglesias evangélicas?
¿Sólo porque cargan la Biblia y sus vestimentas son de creyentes?
¿Sólo porque no fuman ni beben?
¡No! ¡Mil veces no!
¿Robará el hombre a Dios?
Pues vosotros Me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué Te hemos robado?
En vuestros diezmos y ofrendas.
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, Me habéis robado.
La maldición del infierno está sobre los ladrones.
¿Qué ladrón se mantiene lejos de la condenación?
Puede incluso permanecer libre por un tiempo, dos tiempos, tres tiempos.
Pero nunca jamás por todo el tiempo.
Tarde o temprano estarán sentados delante del Justo Juez.
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en Mi casa…
La condición impuesta para volver a ser socio del Espíritu Santo es obedecer Su Ley o Palabra.
La dedicación de las primicias de los ingresos (diezmos) y las ofrendas espontáneas a la Casa del Señor significa la práctica de las primeras obras.
O sea, el ejercicio de la fidelidad y del amor a Dios sobre todas las cosas.
Eso se llama actitud de pura fe, teniendo en cuenta que se apartan los primeros 10% para entregarlos en el altar de Alguien Invisible.
… y probadme ahora en esto, dice el Señor de los Ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Solamente cuando se honra al Señor Dios se es honrado por Él.
El diezmista fiel tiene inclusive el derecho de reclamar las Promesas de Dios.
Si lo hiciere, comprobará su veracidad.
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra;
El devorador maldito sólo pierde el derecho de consumir el fruto del trabajo de la persona cuando esta es fiel en su alianza con Dios.
¿Cuántas personas trabajan arduamente y no ven el fruto de su trabajo?
¿Cuántos han ganado ríos de dinero pero no han usufructuado sus beneficios?
Es más, pasan toda la vida trabajando y juntando dinero para, en el final, gastarlo con médicos y remedios.
¿No es esa la actuación directa del devorador?
¿Cuántos han cargado una maldición hereditaria?
… ni vuestra vid en el campo será estéril, dice el Señor de los Ejércitos.
Cuando hay sociedad con el Creador, nada es estéril.
Por lo contrario, hay éxito en todo y cualquier emprendimiento.
Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice el Señor de los Ejércitos.
Malaquías 3:6-12