Fue un privilegio inesperado ser invitado para el lanzamiento del libro “Nada que Perder” en Sudáfrica. Mi esposa y yo tenemos un interés intrínseco en proyectos de emancipación comunitaria en nuestro país, y nuestra creencia personal y valores están alineados con el trabajo realizado por la Iglesia Universal del Reino de Dios en el continente africano.

Sin embargo, como resultado de los problemas enfrentados día a día, la faceta solidaria que tanto nutríamos poco a poco se fue confundiendo, pero con la lectura de este libro ha revivido.

Quedamos maravillados al recibir una copia de la biografía del obispo Edir Macedo y juntos “devoramos” el libro en 48 horas. La lectura fue fascinante.

Uno de los mensajes más fuertes extraídos del libro fue el relato del obispo en relación a las adversidades enfrentadas en su vida personal en la iglesia. Su historia enaltece el importante hecho de que, a través de las adversidades, una persona desarrolla sus valores y su fe. Queda muy claro que el éxito no sucede por mera casualidad, talento o don, sino tan solamente por medio de la perseverancia. Los que se levantan en momentos de adversidad, con perseverancia, seguramente vencen. El éxito es alcanzado a través de esos infortunios.

El segundo mensaje que aprendimos en el libro es que en los momentos más oscuros de la vida, cuando la persona tiene que guiarse por sus valores espirituales, su propósito es revelado en medio de esos momentos de grandes desafíos. Así sucedió en mi vida y es confirmado por la jornada de Edir Macedo documentada en “Nada que Perder”.

El libro confirma que debemos hacer por los otros lo que nos gustaría que nos hiciesen. Si tuviésemos que resumir la obra en una palabra, esa sería “dar”. Es dando que se recibe, y cuando estamos dispuestos a dar, sin preocuparnos por lo que tenemos dentro de nuestras posesiones, recibimos abundantemente, y se hace imposible que pasemos por necesidades.

Las experiencias de Edir Macedo comentadas en el libro ratifican nuestro propósito de vida – siempre recibiremos mucho más de lo que demos a nuestro prójimo, sea emocional, espiritual o físicamente.

El Dr. Rogan Pillay, cirujano otorrinolaringólogo y su esposa son hindúes. Él practica medicina en el Centro Médico de la Universidad y en el Hospital Donald Gordon, en Johannesburgo, Sudáfrica.