El Heme Aquí de Dios
Cuando Dios llamó a Abraham, él de inmediato se APRONTÓ a OBEDECER y a SACRIFICAR. Sus palabras y acciones verbalizaron una única expresión: “¡HEME AQUÍ!”; lo que realmente quería decir: ‘Estoy listo para obedecer, entregar, sacrificar y recibir; estoy listo para ser la propia bendición’, y así sucedió.
Hoy no es diferente, ¡porque Dios no cambia! Él continua llamando a cada uno de nosotros, y aquellos que se APRONTAN a OBEDECER y a SACRIFICAR, también son justificados por la fe inteligente, transformándose en la propia bendición, tal como lo fue Abraham y lo es, hoy en día, el obispo Macedo. Pues pasan a ser hijos de Abraham, manifiestan la misma fe inteligente que él manifestó y materializó a través de su sacrificio voluntario, esos son los que también dicen: “¡HEME AQUÍ!”
Quiero que sepa que el mismo Dios que escucha el “HEME AQUÍ” es también El Mismo Dios que dice: “¡HEME AQUÍ!”.
Sí, exactamente eso, Él responde “¡HEME AQUÍ!” a los que dicen “¡HEME AQUÍ!” a Él y al sacrificio.
Lea y medite en el Texto Sagrado.
“Por tanto, Mi pueblo sabrá Mi Nombre por esta causa en aquel día; porque Soy Yo mismo que hablo: Heme aquí.” Isaías 52:6
Su pueblo que sabrá Su Nombre – quiere decir que Él Se va a revelar a todos los que, el día 15 de julio, LE OBEDEZCAN y SACRIFIQUEN para Él.
A esos Él les dirá “¡HEME AQUÍ!”, en otras palabras: “¡Estoy listo para hacer de ti la propia bendición, para vivir permanentemente en ti y hacerte realizado en todo!”
Para quien diga: “¡HEME AQUÍ!”, Él también dirá “¡HEME AQUÍ!”; para quien diga: “NO ESTOY NI AHÍ NI AQUÍ”, Él dirá… no, Él no dirá nada, pues Él respeta nuestra decisión.
No temas, ¡Dios está contigo y nosotros también!