El horno es para los de Dios
Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Daniel 3:23
Podemos notar, en este contexto bíblico, que el horno no había sido creado para los sumisos al diablo, sino para aquellos que servían a Dios. El rey Nabucodonosor creía que les haría mal a todos los que desobedecieran su orden, pero el SEÑOR sabía que esto les traería el bien a Sus siervos y a Su Reino. Por eso, el Altísimo permitió que Sadrac, Mesac y Abed-nego fueran lanzados a las llamas ardientes.
Si estos tres hombres no hubiesen obedecido a Dios, no habrían sido lanzados hacia adentro del horno, pero tampoco les habrían mostrado a las demás personas la Gloria del Altísimo, conforme está escrito: Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió Su ángel y libró a Sus siervos … por cuanto no hay dios que pueda librar como Este. Daniel 3:28-29
Más allá de eso, a causa de la fidelidad de ellos, el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia. Daniel 3:30
Hoy en día, el diablo ha construido hornos para perjudicar a los hijos de Dios. Él crea problemas y situaciones contrarias para transformar nuestra fe en cenizas. Y Dios permite que seamos lanzados en medio a esas llamas para transformarnos en verdaderos hombres y mujeres de Dios, que muestran Su Gloria a este mundo y que son puestos en lugar de destaque.
Si usted reclama por estar dentro de un horno de problemas, alegando que, como siervo de Dios, no debería pasar por eso, ahora sabe que su punto de vista estaba totalmente equivocado.
El horno fue hecho para usted. No para que se queme, sino para que sea elevado a un nivel por encima del cual está y elevar el Nombre de Jesús a un concepto superior en la mente de las personas.
Para ser verdaderamente un hijo del Altísimo, que Lo muestra a quien está a su alrededor y es reconocido como tal, es necesario pasar por el horno. Dentro de este, Dios lo hará a usted más fuerte que las llamas, porque su fe fue más fuerte que las amenazas del diablo.