La conciencia de la fe que piensa, pesa, evalúa y, finalmente, decide el destino final de su alma
Vea nuestra meditación hoy…
«He aquí, todas LAS ALMAS SON MÍAS; tanto el alma del padre como el alma del hijo MÍAS son. El alma que peque, esa morirá».
Ezequiel 18:4
«YO SOY la vid verdadera, y MI PADRE es el viñador.
Todo sarmiento que en MÍ no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto».
Juan 15:1-2