La dependencia exclusiva de Dios nos enseña a vivir por la fe que tanto Le agrada
Vea nuestra meditación hoy…
«… ella, muy angustiada, oraba al Señor y lloraba amargamente.
E hizo voto y dijo: Oh Señor de los Ejércitos, si Tú te dignas mirar la aflicción de Tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de Tu sierva, sino que das un hijo a Tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza». 1 Samuel 1:10-11