La estrategia de la trompeta y de los cántaros de barro (Jueces 7:15-18)

Ahora, sin ni una sombra del miedo que lo tentaba hasta entonces, Gedeón les anuncia a los trescientos que llegó el momento. Él ya tiene la estrategia, ciertamente dada por el propio Espíritu Santo, porque ahora que no hay más miedo, el Espíritu de Dios tiene la libertad para actuar dentro de él y a través de él.

Le entrega al pueblo las trompetas (bocinas, según RVA) y los cántaros con antorchas. Increíblemente, él ahora le pide al pueblo que lo mire A ÉL. Es decir, asume su posición de representante de Dios allí. Les dice a los trescientos que hagan lo que él hace. Y, lado a lado con Dios, asume el frente de batalla: “Por el Señor y por Gedeón”. Ya no tiene nada que ver con el hombre que él había sido momentos atrás.

Ya no aparece Dios hablando con Gedeón y, aun así, Gedeón sabe qué hacer. Porque el Espíritu de Dios ahora tiene conexión directa con los pensamientos de Gedeón. El Espíritu de Dios y el espíritu de Gedeón son uno solo. Ya no hay división entre los dos, no se sabe dónde termina uno y comienza el otro. El espíritu de Gedeón ya no bloquea al de Dios, el Espíritu Santo fluye libremente a través de él. Es lo que Dios espera de aquel que recibe Su Espíritu.

Continúa mañana…

¡No se lo pierda!

Lea también:

– La historia de Gedeón – parte 1

– La historia de Gedeón – parte 2

– La historia de Gedeón – parte 3

– La historia de Gedeón – parte 4

– La historia de Gedeón – parte 5

– La historia de Gedeón – parte 6

– La historia de Gedeón – parte 7

– La historia de Gedeón – parte 8

– La historia de Gedeón – parte 9

– La historia de Gedeón – parte 10

– La historia de Gedeón – parte 11

– La historia de Gedeón – parte 12

– La historia de Gedeón – parte 13

– La historia de Gedeón – parte 14