El ángel anuncia que Gedeón es el libertador (Jueces 6:14-16)

El Señor lo mira a ÉL y le dice: “… Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado Yo?”. Al oír eso, Gedeón entró en pánico. Él da una lista de sus imposibilidades y complejos.

¿Qué fuerza? ¡Soy el menor de la casa más pobre! Y Dios le da la respuesta, la misma respuesta que le había dado a Moisés cuando Le preguntó: “¿Quién soy yo para librar al pueblo?”. “Yo estoy contigo. Y, porque estoy contigo, harás cosas extraordinarias”.

Aquí, vemos la diferencia entre lo que Dios pensaba de Gedeón y lo que Gedeón pensaba de sí mismo. Dios ve a Gedeón como a alguien a quien Él puede usar. Gedeón se ve como un gusanito en el desierto. Pero Dios era Quien libraría al pueblo, entonces Él es Quien establece los criterios para definir quién puede ser usado o no.

El cambio de espíritu es una cuestión de dejar de ser la persona que ve sus condiciones humanas y que espera por estas, y convertirse en la persona que, por tener el Espíritu Santo, se ve con los ojos de Dios y comprende que, si está con Él, logrará hacer exactamente lo que Él hace, porque la victoria vendrá de Él. Y, por esa confianza en Él, logra confiar en sí mismo y actuar.

Continúa mañana…

¡No se lo pierda!

Lea también:

– La historia de Gedeón – parte 1

– La historia de Gedeón – parte 2

– La historia de Gedeón – parte 3