thumb do blog Renato Cardoso
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¿CÓMO SIMPLIFICAR SU VIDA?

En lugar de preguntarse por qué Dios permitió que tantas cosas malas le sucedieran, decida hoy simplificar su vida

Una vez, el rey Salomón dijo:

«Dirigí mi corazón a conocer, a investigar y a buscar la sabiduría y la razón…», Eclesiastés 7:25

Él se esforzó para entender, volverse sabio y saber la razón de las cosas, pero no logró entender la mayoría de estas. El hombre tiene ese límite. Como Job, que Le preguntó a Dios el motivo por el cual tantas cosas malas le sucedieron, pero Dios nunca le respondió (Job 3:23-25).

Nosotros especulamos los motivos, pero nadie lo sabe. Cuando Job preguntó, Dios solo dijo: «¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra?», Job 38:4. En otras palabras: «No quiero que entiendas, sino que confíes en Mí». Muchas personas pasan su vida preguntándose el motivo de esto o de aquello, rompiéndose la cabeza, frustrándose y dejando de creer en Dios porque Él no les respondió. No aprendieron la primera lección sobre creer en Dios, que es confiar. No siempre entendemos todo. Ni Salomón, en toda su sabiduría, encontró todas las respuestas (Eclesiastés 7:27-28).

Si él no las encontró, es mejor contentarse, porque tampoco las encontrará. Sin embargo, esto no es un problema, porque incluso él pudo sacar una lección de todo eso. Entendió que Dios hizo al hombre recto, pero que este buscó una serie de cosas que complicaron su vida. Cuando las personas observan la situación del mundo, culpan a Dios, se olvidan de considerar y entender que Él no creó el mundo y al ser humano torcidos.

Ningún bebé sale de la panza de su madre fumando, insultando u odiando. La persona nace correcta, pero, a lo largo de la vida, se pervierte, se enoja y no dirige ese enojo hacia quien debería: ella misma. Al contrario, lo dirige hacia sus padres, Dios, sus amigos, su ex, la sociedad, el gobierno; ella dispara para todos lados. De esta manera, se vuelve un pozo de resentimiento de las personas que pasaron por su vida.

Claro que, al vivir en un mundo en el que la mayoría quiere dejar atrás a los demás, es natural que seamos víctimas de estas astucias. No obstante, lo que hará con esto también es su decisión. Usted elige si será víctima o si lo superará y se fortalecerá.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso