3 ACTITUDES ANTE EL CARNAVAL: ¿CUÁL ES LA SUYA?
No hay forma de ser imparcial ante el carnaval, porque afecta a toda la sociedad. Pero hay una manera de que blinde su cuerpo. Decida de qué lado está.
Continuaremos con este tema, en el que explicamos la espiritualidad del carnaval, que está vinculada a la Semana Santa, forma parte de ese calendario religioso que, durante siglos, se practicó la idea de sumergirse en la carne antes de santificarse a Dios, una idea totalmente contraria a las Escrituras, una idea de acostarse con el diablo antes de relacionarse con Dios.
Por ejemplo, muchas personas no conocen el motivo de los disfraces del carnaval. Era porque, detrás de la máscara, escondida, la persona podía hacer lo que quería, podía desbordar sus deseos carnales.
En la antigua Roma, había un dios llamado Baco, era el dios del vino, de donde surgió la palabra bacanal, las orgías, y él era adorado durante esas fiestas. Y muchas personas no tienen noción de lo que hacen cuando se involucran en fiestas carnavalescas y sus derivados. Hoy en día, escuchamos hablar incluso de bloques de carnaval evangélicos. Eso es señal de una iglesia débil que se preocupa por unirse al mundo. «No tenemos la mente cerrada, así que haremos lo mismo que ellos». Y eso se ha tolerado.
Necesitamos entender las 3 posturas que todo el mundo tiene ante el carnaval.
Primero, usted puede decir: «Para mí, no hay ninguna diferencia, porque no participo, odio el carnaval». ¿Significa que no es afectado? No. Incluso el que odia el carnaval, se ve afectado porque estamos inmersos en una sociedad que le impone eso a todos. Por ejemplo, las vías públicas se cierran durante estas fiestas, los comercios cierran las puertas, hay mucho ruido y las personas no duermen. Es algo que la sociedad se obliga a tragar. Los gobernantes invierten millones del gasto público, nuestros impuestos, en el carnaval. Un país en el que faltan hospitales, saneamiento básico, habitacional. Los problemas sociales son crónicos y la excusa siempre es: «No hay dinero». Pero invierten los impuestos en el carnaval. Los electores que toleran eso, no son parte de un pueblo serio. Cuando lleguen las elecciones, sea un ciudadano más consciente. Y en lo personal, debe entender que debe resguardarse del caos, tener cuidado con el tránsito para que no sea atropellado por algún conductor ebrio. Salga de su casa solo para lo necesario, no participe de peleas sin sentido. Este es el consejo.
Si dice: «Soy neutro», lamentablemente, esto no es mutuo. La neutralidad, muchas veces, es la falta de postura, porque puede inclinarse hacia un lado u otro fácilmente, es la falta de valentía para tomar una postura. El que calla, consiente. Revea eso.
Y hay otro grupo que dice: «No hay ningún problema». Si a usted le gusta el carnaval, es ingenuo o fue poseído por el espíritu del carnaval que está suelto. Las personas les abren su cuerpo y sus mentes a esos espíritus. ¿Cuál ha sido el resultado de esa inclinación que tuvo hacia el carnaval? Piense al respecto.
El cristiano debe entender lo siguiente: Si en la época del carnaval, las casas de los espíritus cierran para que estos salgan a las calles para hacer todo lo que desean, el cristiano, naturalmente, debe orar más, consagrarse más. Es una época de combate espiritual mayor. Usted dice: «No me gusta el carnaval, pero voy a aprovechar el feriado». Cuidado. La época del carnaval es una época de mayor atención. Prepárese para resistir los ataques que vienen durante esa época.
Está escrito: «La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne», Romanos 13:12-14.
En otras palabras, en lugar de ponerse un disfraz, vístase del comportamiento del Señor Jesús.
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