3 COSAS QUE LO ALEJAN DE DIOS
¿Ya se sintió lejos de Dios? Estas tres cosas pueden ser las causantes de ese alejamiento. Pero el asunto es: ¿Qué pretende hacer con respecto a eso?
Tres cosas que lo alejan de Dios. Debe prestar atención a esto, porque Dios está cerca de todos nosotros, y la distancia entre Él y nosotros es la de una oración. No es una distancia física, sino una distancia espiritual. De la misma manera que un marido y una esposa pueden estar ocupando la misma casa, pero distanciados uno del otro, nosotros también podemos estar distantes de Dios. Veamos lo que nos aleja de Dios:
1) Nuestra propia voluntad:
Nuestra voluntad casi nunca está alineada con la voluntad de Dios. Hay cosas que nosotros queremos que sí, están de acuerdo con Su Palabra. Por ejemplo, usted quiere reconstruir su matrimonio. Esto es explícito en la Palabra (que Dios odia el divorcio: lo que Dios une, el hombre no lo debe separar). Pero no siempre esa es la voluntad de los cónyuges. En Su amor perfecto, Dios quiere que las personas Lo amen por voluntad propia. Entonces, para que se haga Su voluntad en nosotros, debemos alinear la nuestra con la de Él. Y eso, inevitablemente, significará muchas veces alejarse de nuestra propia voluntad (porque Su voluntad es buena, perfecta y agradable). Cuando hacemos nuestra propia voluntad, independientemente de lo que Dios quiere para nuestra vida, terminamos yendo por un camino que puede llevarnos lejos de Dios y también al sufrimiento. En la «Oración del Padre Nuestro», el Señor Jesús nos enseña que debe hacerse la voluntad del Padre. La pregunta que usted debe hacerse es: ¿Algo de lo que deseo contraría la voluntad de Dios para mi vida?
2) El pecado:
El Señor no es sordo para escucharnos, son nuestros pecados los que hacen que nos separemos de Dios (en Isaías 59). ¿Qué es el pecado? Es la desobediencia a la Palabra de Dios, es ir en la dirección opuesta a lo que es mejor para usted, algo que Dios ya determinó. La palabra bíblica usada para designar «pecado» significa «perder el objetivo». Cuando usted se equivoca de objetivo, está pecando. Por ejemplo: Usted quiere estar en paz con su familia, pero hay personas que lo lastiman, entonces, su objetivo es la paz, pero, si no perdona a esa persona, si no la trata bien, está perdiendo el objetivo. Usted no tiene control sobre el otro, pero sí tiene el control sobre sí mismo. La única forma para que el ser humano sea salvo es que resuelva el problema del pecado, obedeciendo y creyendo en el Señor, el Señor Jesús. Entonces, reconozca su pecado y abandónelo.
3) La fascinación por el mundo:
«… Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él», 1 Juan 2:15. La cultura de este mundo no tiene nada que ver con Dios. La Biblia dice que el que controla este mundo hoy en día es el diablo gracias al ser humano, que le dio las riendas. Usted se dice cristiano, pero sigue a las personas mundanas, admira a personas por el éxito que tienen. Muchos cristianos buscan en el mundo, que es oscuridad, algún tipo de luz. Las riquezas, la moda, la fama, el sexo, entre otras cosas, fascinan y no tenga dudas de que usted va en la dirección contraria a Dios.
Vea si algunos de los puntos mencionados (o los tres) lo separa de Dios en este momento. Y, si hay alguno que sí, ¿qué hará al respecto?
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