No fue por casualidad que Dios creó a los hombres y a las mujeres con mentes diferentes. Hay una dinámica perfecta por detrás de eso, que nos complementa y nos transforma en mejores personas.

Mientras que el hombre tiende a pensar de forma enfocada, una cosa a la vez, la mujer piensa en todo al mismo tiempo.

En la cabeza del hombre hay varias cajitas, en las que guarda un tema relevante para él:

• Cajita del trabajo: se enfoca en el trabajo, porque con el trabajo gana el sustento para su familia.
• Cajita de las cuentas: el peso de la responsabilidad de lograr pagar las cuentas.
• Cajita del sexo: es constantemente tentado a involucrarse con otras mujeres, está programado para eso.
• Cajita del fútbol, videojuegos, amigos y demás.
• Cajita de la nada: la capacidad que tiene el hombre de no pensar en nada.

Por otro lado, la cabeza de la mujer es una sola caja donde está todo conectado. Es decir, ella piensa en todo al mismo tiempo, todo el tiempo.

Entonces, cuando no entiendes esta dinámica de la diferencia entre el hombre y la mujer, juzgas muy mal al sexo opuesto. El hombre, de forma general, piensa más en el momento, a corto plazo, por eso, muchas veces se lo considera desinteresado. En cambio, la mujer tiende a pensar allí adelante. He ahí la razón por la cual hombres y mujeres no se entienden, y todos los matrimonios sufren un poco por esas diferencias.

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