Hoy en día, hay un gran desafío que se llama «pantalla». Todos estamos rodeados de pantallas (grandes, pequeñas, de todo tipo). Nuestros ojos siempre están pegados a una pantalla. ¿Por qué es parte de la realidad de hoy?

Estamos de acuerdo en que el mundo virtual es mucho más interesante (en términos de diversión, variedad y entretenimiento) que el mundo real. Porque el mundo real, a comparación del mundo virtual, es muy lento. Con un clic usted puede viajar de un punto a otro del planeta en cuestión de segundos. El mundo real no puede competir con el mundo virtual.

Usted debe saber que parte de la gran contaminación mental de los días de hoy llega a través de las pantallas. Porque estamos con los ojos pegados a estas o con nuestros oídos pegados a algún auricular. Siempre hay algo que entra en nuestra mente. Y usted absorbe las informaciones que en su gran mayoría son inútiles. Le quitan su tiempo de hacer cosas útiles y les dan materia prima a los malos pensamientos.

¿Qué debe hacer? Debe identificar cuáles son los malos pensamientos que impregnan su mente de manera frecuente. Estos malos pensamientos llegan a través de las pantallas o de una conversación, algo a lo que usted fue expuesto. Ahora usted debe borrar esos pensamientos de su mente. Borrarlos por completo no es posible, porque tenemos nuestra memoria. Hay cosas que están impregnadas (especialmente las malas). Existe un sistema de defensa para que recordemos las cosas malas y no las repitamos.

¿Usted recuerda el aula de la escuela, cuando se borraba el pizarrón? Cuando se pasaba el borrador una vez, todavía se veía lo que estaba escrito y la segunda vez se veía un poco menos. En otras palabras, para limpiar el pizarrón, debía borrarlo varias veces. Usted solo dejaba de ver las marcas de la tiza borrada cuando se escribía nuevamente. Ya no veía lo que estaba escrito antes porque había información nueva por encima.

En nuestra mente no es diferente. No alcanza con decir: «No quiero pensar más es eso». Esto es útil únicamente al comienzo. Usted puede no ver más contenido, tiene ese poder sobre su mente. Pero, para que de hecho sobreponga esa mala información, debe llevar nueva información a su mente.

Jesús dijo: «Ya vosotros estáis limpios por la Palabra que os he hablado», Juan 15:3. La Palabra de Dios es como un detergente que funciona como un ácido quitando todo lo podrido que entró a su mente, lava y limpia. Y su mente queda en condiciones para recibir todo lo que es bueno y productivo.

¿Quiere estar limpio? Debe traer a su mente la Palabra de Dios. Debe crear el hábito que le he enseñado, lo primero que debe hacer en el día es agradecerle a Dios. Diga una palabra de agradecimiento: «Gracias por el descanso, gracias por esta cama. Gracias por este día. Entrego este día en Tus manos. Que Tú, Señor, me des el pan de hoy. Haré esto y aquello. Te pido que me bendigas en todo lo que haga». Luego, abra la Biblia y lea los versículos con atención, con meditación, preste atención a lo que Dios le quiere decir. Cuando usted abre la Biblia, Dios habla con usted, y entonces esa Palabra toma el lugar de las cosas malas. Haga esto por la mañana. Si quiere repetir la dosis durante el día o cuando se va a dormir, mejor aún. Dudo que su mente no quede limpia.

¿Lo ponemos en práctica? Vea el siguiente video.

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CÓMO HIGIENIZAR SU MENTE (PARTE 1)

CÓMO HIGIENIZAR SU MENTE (PARTE 2)