¿CÓMO tener un MATRIMONIO HONRADO?
Aprende a tener un matrimonio honrado y duradero, en el que el peso de importancia esté centrado en Dios y en tu cónyuge
«Kavod» significa honra en hebreo. Es decir, honrar, en el sentido bíblico, significa darle peso de importancia a algo o a alguien, lo que amplía nuestro entendimiento sobre la palabra «honra». Porque, cuando piensas en peso, piensas en medida. El peso puede ser ligero, puede ser pesado, en fin, existen medidas de peso.
Entonces, cuanto más peso de importancia le das a una persona, más la honras; cuanto menos, menos la honras.
Muchas veces, las personas piensan que honrar es rendir homenajes, pero esa clase de honra es muy superficial, la verdadera es real y eleva su valor.
La Palabra de Dios dice:
«Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.» Hebreos 13:4
Sin mancilla significa sin suciedad, sin mancha, sin las porquerías de este mundo.
Sin embargo, actualmente, el matrimonio no es honrado; al contrario, hoy el matrimonio es menospreciado, despreciado, dejado de lado, ya no es esencial.
Si quieres tener un matrimonio honrado, tienes que honrarlo, darle peso de importancia.
Muchos, en lugar de casarse, se juntan, y después queda esa situación indefinida, no se sabe si es esposo, si es esposa. Así nació la unión estable, para maquillar la situación, al igual que el término «marinovio», porque las personas son indefinidas. Ellas deshonran el matrimonio y terminan siendo deshonradas en su vida amorosa.
Entonces, si quieres tener un matrimonio honrado, recuerda esta Palabra: «Sea el matrimonio honroso en todos…».
¿Quieres tener una vida sexual bendecida? El lecho tiene que ser sin mancilla, honra tu lecho y será honrado.
A los maridos:
«Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.» 1 Pedro 3:7
A las mujeres:
«La mujer virtuosa es corona de su marido, mas la que lo avergüenza es como podredumbre en sus huesos.» Proverbios 12:4
Por lo tanto, Dios manda al marido a darle peso de importancia a la mujer y a la mujer a darle peso de importancia al marido.
Muchos matrimonios fracasan porque el marido, en lugar de darle peso de importancia a la mujer, se lo da a los amigos, a la madre, a sí mismo, a su trabajo, en fin, pone todo por encima de la esposa, todo en su vida tiene más peso de importancia que la mujer. En ese caso, es obvio que serán infelices en el matrimonio.
Y viceversa, la mujer no le da peso de importancia al marido, lo que él dice no cuenta, ella resiste, retruca, se enfrenta, intenta rebajarlo para no ser menos. Si actúas así, estás destruyendo a quien podría tratarte como una reina, si lo trataras como un rey.
Entonces, detente a pensar: «¿Le he dado el debido peso de importancia a mi esposa, a mi marido?».
Escucha el mensaje completo en el siguiente video.