«¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece» (Santiago 4:13-14).

El ser humano se olvida de que no tiene el control de lo que sucederá. Usted tiene que creer, pero no solo creer en sí mismo, no tener fe en el gobierno, en su disposición para trabajar y en que las piezas se alinearán para que todo funcione a su favor. Es una fe en el Señor del mañana. Dios es el Señor del pasado, del presente y del futuro. Él es eterno y está por fuera de la línea de tiempo. Entonces, la fe para sus planes tiene que ser en Él y no en la fuerza de su brazo. Dios espera que confiemos en Él (muchas veces sin entender lo que sucederá). Tenemos que reconocer esta limitación y ser conscientes de la realidad.

Vea el mensaje completo en el siguiente video y piense al respecto.