thumb do blog Renato Cardoso
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CURIOSIDAD DEL BIEN: APRENDA A USARLA A SU FAVOR

Dios nos concedió la curiosidad para usarla para el bien, para conocer y entender Su voluntad. Pero ¿usted la ha usado para el bien o para el mal? «Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces». Jeremías 33:3

Dios le dio al ser humano habilidades que pueden ser usadas tanto para el bien como para el mal.

Por ejemplo: la curiosidad para el mal.

Alguien que se vuelve adicto, generalmente, usa la curiosidad de la siguiente manera: «Déjame experimentar». Es la misma curiosidad que la serpiente usó contra Eva para que tocara el fruto.

Usted también puede percibir cuán rápido se propaga un chisme o una fake news: «Fulano fue traicionado» o «A Fulano le robaron»; y siempre llega en forma de mala noticia. Como el ser humano es curioso y quiere ver el mal del prójimo (a veces de manera inconsciente), los realitys en la televisión se vuelven populares. A las personas les gusta ver el show del engaño, de la mentira, de las conspiraciones y de las peleas. Las personas ven eso y piensan: «No estoy tan mal como esa persona».

Las personas llegan a dudar del bien: «Eso es muy bueno para ser verdad». Sin embargo, si la noticia es mala, dicen: «Donde hay humo hay fuego». Es esa «curiosidad del mal» que hace que sucedan muchas cosas malas. ¿Cuántos no estaban en un matrimonio tedioso y estuvieron con una persona del trabajo? Por la curiosidad, se involucraron con ella, pero después mordieron el «fruto» y sintieron el gusto amargo, perdieron todo a causa de la curiosidad.

Curiosidad para el bien

Entonces, en lugar de tener curiosidad para el mal, sea curioso para el bien. Dios no le hubiera dado esa habilidad al ser humano si no fuera útil para el bien.

Einstein famosamente dijo: «Quiero conocer la mente de Dios». ¡Observe qué buena curiosidad! En su búsqueda como científico, investigando el universo, él quería saber qué pensaba Dios cuando creó todo esto.

Ahora bien, la Palabra de Dios nos invita a tener curiosidad para el bien, cuando dice:

«Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces». Jeremías 33:3

Dios está intentando agudizar la curiosidad del ser humano para el bien, y usted debe buscar practicarla.

Tal vez tenga comportamientos equivocados con las personas que conviven con usted y se pregunta: «¿Por qué hago esto? ¿Por qué soy así?». Deje que su curiosidad busque la respuesta; esa es una «curiosidad del bien». «¿Por qué no logro perdonarme? ¿Por qué no logro prosperar, aun trabajando tanto?»; si se hace las preguntas correctas, llegará a las respuestas correctas.

Cuando no sepa las respuestas, pregúntele a Dios. Pídale dirección a Él y Él le mostrará el camino, lo que debe hacer sobre cualquier cosa que esté intentando resolver, sea cual sea el área de su vida.

Pregunte, porque Él está listo para responder. Como un padre que tiene placer de explicarle a su hijo cuando le pregunta algo, así es nuestro Padre Celestial.

Piense al respecto y vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso