thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

DESÁNIMO ESPIRITUAL: CÓMO SALIR DE ESO

¿Sabe qué es el desánimo espiritual? Si está pasando por eso, sepa que hay una manera de salir de esa situación, solo depende de usted

Muchas personas están enfrentando el desánimo espiritual, pero ¿qué es? Es cuando usted ya no logra orar como antes, no lee la Biblia, disminuye la frecuencia en la iglesia y, por consiguiente, vive más según la fuerza de su brazo que de la fe. Naturalmente, usted se involucra más con el trabajo, los estudios, el placer y no faltan voces para hacerlo desistir de la fe.

Eso ya sucedió, por ejemplo, con Elías, que pidió la muerte (1 Reyes 19:4) cuando lo que esperaba no sucedió. Entonces, cayó en una especie de depresión espiritual y pidió morir. Esa es una de las grandes causas del desánimo espiritual: la persona invirtió con fuerza en la fe, en las oraciones, hizo todo lo que le ordenaron y la respuesta no fue cuándo o cómo quería. Entonces surge la frustración y la caída. Pero, a veces, usted pudo haber dejado prevalecer la carne por negligencia o cansancio. Con el tiempo, se desanima por mantener la obediencia a Dios.

Pero las consecuencias de eso no aparecen el mismo día. En un primer momento, todo parece estar bien. Pero en el mundo espiritual usted se debilita, su inmunidad espiritual está baja, escucha menos la voz de Dios y se acerca más al diablo, queda cada vez más ciego, espiritualmente y, cuando menos lo espera, despierta en el infierno.

Por este motivo, la Palabra de Dios nos alerta:

«Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo», Efesios 5:14.

¿Cómo salir de esa situación?

No hay secretos, simplemente vuelva a hacer lo que hacía antes, como le dijo el Señor Jesús a la iglesia que había perdido el primer amor:

«Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras…», Apocalipsis 2:5.

Y debe practicarla incluso sin sentir ganas, porque así es como mantenemos nuestra fe, haciendo lo correcto, no importa si siente ganas o no. Como dije anteriormente, es horrible hacer ciertas cosas, porque violentan nuestra voluntad y comodidad, pero, después de que las hace, se siente feliz. Y el último consejo es: Tener ánimo:

«… tened ánimo…», Juan 16:33.

Dese una orden a sí mismo, anímese y rompa con las corrientes de ese desánimo espiritual.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.

imagem do author
Colaborador

Obispo Renato Cardoso