thumb do blog Renato Cardoso
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DIOS ATRAPA A LOS ASTUTOS EN SU PROPIA ASTUCIA

Recado para los que se creen buenos o buenas (¡Aviso enviado!)

«Él prende a los sabios en su propia astucia, y el consejo de los sagaces pronto se frustra». (Job 5:13)

¿Alguna vez se ha preguntado por qué tanta gente astuta, que engaña y pasa por encima de los demás, parece que todo le sale bien? Parece que siempre salen ganando. ¿Dónde está la justicia de Dios en todo esto?

Tal vez usted ya ha sido por alguien así, o ha visto a una persona inocente ser perjudicada, y sintió bronca, indignación. ¿Por qué Dios permite eso?

La sabiduría del mundo es locura para Dios:

La respuesta está en este versículo, que también fue citado por Pablo:

«Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: Él es el que prende a los sabios en su propia astucia». (1 Corintios 3:18-19).

La astucia es esa viveza arrogante. El astuto cree que siempre saldrá ganando. Es como el apostador que se cree más inteligente que todos, aunque todo el mundo sabe que la casa de apuestas nunca pierde. Al principio, incluso lo deja ganar un poco, para que el necio piense que es sabio. Entonces, empieza a apostar cada vez más — y después lo pierde todo. Es decir, fue atrapado por su propia astucia.

El origen de la astucia:

La astucia tiene un padre — y no es Dios. Por lo tanto, si la persona se considera astuta, está buscando ese poder del padre de los astutos, que es satanás, la serpiente de Génesis 3.

El diablo es como el dueño de la casa de apuestas: promete ganancias y lo convence de apostar su alma. Así fue con Eva: «Puedes comer, no pasará nada». Ella cayó y lo perdió todo. Hoy en día, muchas personas critican a Adán y Eva por haber comido del fruto del árbol, pero no se dan cuenta de que el árbol en medio del jardín representa nuestras elecciones diarias.

Las elecciones de cada día:

Cada día usted elige:

  • obedecer a Dios
  • o seguir el «camino del astuto».

Quien obedece es considerado un loco en este mundo. Pero, como dijo Pablo: «Quien quiera ser sabio para Dios, debe hacerse loco para el mundo».

Si usted ha sido mordido por esa serpiente de la astucia, creyendo que puede engañar al jefe, al gobierno, a los clientes, al algoritmo, a la esposa, al esposo, al pastor o incluso a Dios, tenga en cuenta: ese veneno está corriendo por sus venas.

Pero escuche: Dios atrapa a los sabios en su propia astucia.

No es el diablo quien lo atrapará — él ya lo tiene. Es Dios quien lo atrapará. Y si usted no se arrepientes, Él lo tomará por sorpresa, exactamente en lo que usted cree ser bueno. Y, cuando eso ocurra, no diga que no fue advertido.

Arrepiéntase mientras haya tiempo:

¿Quiere evitar la caída? Abandone la astucia. Vuélvase un loco para este mundo y sabio para Dios. Deje las trampas. Arrepiéntase delante de Dios y de quien haya engañado. ¿Está engañando a alguien? Acérquese a esa persona y confiéselo. Limpie su corazón.

Haga lo que sea necesario, pero arrepiéntase mientras todavía hay tiempo. Porque, si el diablo lo atrapa, Dios aún puede salvarlo. Pero, si Dios lo atrapa… nadie podrá librarlo.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso