Aunque muchas personas no crean en el alma, no es necesario pensar mucho para entender que usted es mucho más que la suma de sus átomos, de sus células y de los elementos químicos que forman su persona.

Dentro de su cuerpo hay un alma, una inteligencia, una conciencia que no se trata con remedios. Lo emocional, mental y espiritual necesitan otro tipo de abordaje. El cuerpo necesita estar bien, necesita de la alimentación, del descanso y del ejercicio, pero este está limitado a la materia. Sin embargo, cuando el alma gime, es un error tratar solo el cuerpo, porque se estará tratando el lugar equivocado.

La Palabra de Dios es tan clara con respecto a la existencia del mal. El propio Señor Jesús dijo: «El ladrón solo viene para robar y matar y destruir…», Juan 10:10. Incluso, en la oración del Padre nuestro, enseña: «… mas líbranos del mal…», Mateo 6:13.

¿Por qué Él incluyó, en la oración del Padre nuestro, el pedido para el libramiento del mal? Porque el mal existe y tenemos que combatirlo, tenemos que resistirlo, porque, si no trabajamos para combatir el mal, este actuará libremente en nuestra vida.

Nosotros entendemos que no todo es por culpa del diablo, pero no es ignorando la existencia del mal que este nos ignorará. Al contrario, cuanto más ignoramos al mal, más libre se siente para actuar en nuestra vida. Este es un error de muchos cristianos, pensar que ignorar la existencia del archienemigo del hombre logrará que este no se meta en sus vidas.

¿Usted sabía que el propósito principal de que el Señor Jesús viniera a este mundo fue destruir las obras del diablo? Si reconoce que el mal existe, la siguiente pregunta es: ¿qué hacer para vencerlo?

Usted tiene que buscar el poder de Dios, que es el único que puede darle poder para vencerlo. Él nos dio poder y autoridad, pero nosotros debemos usar esto (Lucas 10:19).

Vea el mensaje completo en el siguiente video.