EL MATRIMONIO FRÍO ME HIZO BUSCAR UNA AVENTURA
Quien no da asistencia genera competencia. Entiende esto y analiza tu relación
Una relación tiene temperatura y, si la temperatura baja, se abre un vacío, y todo vacío pide ser llenado, y ahí es donde está el gran peligro.
Muchas veces, la persona no recibe la atención y el cariño de su cónyuge, pero, en el trabajo, lo recibe de otras personas. Entonces, piensa: «¿No podría ser feliz y disfrutar de mi vida, sintiéndome amado, amada y deseado, deseada por otra persona?».
Hoy en día es muy común que haya competencia en una relación, ya que tienes trabajo, amigos, estudios, sueños, en fin, diversas cosas que comienzan a competir con tu cónyuge y, si no tienes cuidado, fácilmente puedes desviar tu atención de la relación hacia otras cosas y personas, haciendo que el otro se sienta dejado de lado, y así comienza la frialdad en la relación.
Muchas traiciones comienzan a partir de ahí, no es que esto lo justifique, pero como dice el dicho: «Quien no da asistencia, genera competencia». Lamentablemente, esto se aplica cuando el matrimonio ya está debilitado.
Una de las razones por las que la pareja se enfría son las peleas no resueltas o nunca solucionadas. Las personas se van hiriendo unas a otras hasta que llega un momento en la relación en que ya no se ven en un futuro con esa persona, porque están muy heridas. Una pelea mal resuelta vuelve y vuelve peor, vuelve con venganza, con carga, con resentimiento y va desgastando la relación.
Hemos visto y tratado con muchas parejas en las que uno necesita mucha atención y el otro ya no la considera tan importante, es más reservado, más autosuficiente. Y esto no significa que uno esté en lo correcto y el otro equivocado, simplemente son diferentes. Sin embargo, una receta infalible para secar tu jardín, es decir, secar a tu cónyuge, es no atender a la necesidad que él o ella tiene.
Por lo tanto, debes estar atento, atenta a las necesidades de tu esposa, de tu marido, que no son necesariamente, y casi nunca, las mismas que las tuyas. Cometemos muchos errores al tratar al otro como quisiéramos ser tratados en lo que respecta a la atención y al cariño, y esto no siempre funciona.
Así como hay plantas que necesitan ser regadas todos los días, hay otras que no puedes regar todos los días porque se morirían. Así también, cada persona tiene su manera.
Sin embargo, la atención es algo necesario en toda relación, por más que una persona sea muy independiente y no necesite tanta atención como la otra, toda persona necesita algún tipo de atención, al igual que la planta necesita agua. La cuestión es saber cuál, cómo y cuánto tiempo.
Lo que sucede es que, a veces, la persona que no pide atención porque es muy independiente, muy ocupada, la otra persona piensa: «No le da importancia a eso». Solo que, en este caso, estás dejando un vacío, porque otra persona puede dar esa atención, otra cosa puede entrar en ese vacío y ocupar el tiempo de esa persona. A veces, es un pasatiempo, un juego, una amistad, que comienza a entrar en tu vida y ocupa el lugar del marido o de la esposa.
De ahí la importancia de observar qué tipo de atención quiere tu cónyuge, no siempre estamos atentos a esto, pensamos que lo que a él o a ella le gusta es lo que nos gusta a nosotros, pero no siempre es lo mismo. Si no lo sabes, pregunta, para que puedas entonces satisfacer la necesidad de tu pareja y él o ella pueda florecer.
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