Quiero presentarle al mayor carnavalesco de todos los tiempos. Nunca nadie ha superado a este sujeto. Nadie ha hecho tantas cosas como él, sea en el Carnaval o fuera de este, porque no necesita el Carnaval. En el Carnaval, es cuando excede más de lo normal todo lo que sabe, quiere y puede hacer; pero también actúa fuera de esta época. Le presento al mayor carnavalesco de todos los tiempos: su corazón. Sí, el corazón humano.

El propio Señor Jesús dijo: «Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez», Marcos 7:21-22.

Parece que se refiere a lo que sucede en el Carnaval. Todo lo que vemos durante el Carnaval no es más que una expresión de lo que está dentro del corazón del hombre. En esta época, las personas tienen la excusa perfecta para celebrar las obras de la carne. Es la justificación perfecta: «Fui porque era Carnaval», «Hice tal cosa porque era Carnaval».

Pero usted no debe decir: «Mira, que gente libertina», porque lo que está en su interior, está en el nuestro. El corazón es el mismo, la única diferencia es que tenemos más freno. No debemos juzgar a esas personas, porque muchas de ellas no saben lo que hacen. La mayoría cae en la publicidad engañosa. El corazón no piensa, solo quiere saber sobre sentir. Entonces, las personas le dan rienda suelta al corazón, porque el mundo les dice: «Sigue a tu corazón». Vea que consejo absurdo. El Señor Jesús está diciendo que el corazón es el peor carnavalesco y el diablo está diciendo: «Sigue a tu corazón». En otras palabras, si usted sigue a su corazón, ira directo al infierno, al abismo.

Nosotros debemos buscar ser luz para esas personas, mostrarles que hay otro camino. Pero, con esta información, no esté tan seguro de que no sería capaz de hacer lo mismo dadas las circunstancias. Lamentablemente, verá muchas noticias nuevas sobre tragedias. No solo eso, sepa que, si no guarda su corazón y no lo vence por su espíritu conectado con el de Dios, sería capaz de hacer lo mismo.

No conocemos a nuestro propio corazón. Dormimos con nuestro propio enemigo (nuestro corazón) todas las noches.

Entonces, ¿cuál debe ser su actitud frente a ese carnavalesco? La actitud debe ser de constante vigilancia. Observe cualquier inclinación extraña que su corazón le dé. Su mente conectada con Dios debe decir: «Esto no está bien». Entonces, empuje ese sentimiento hacia adentro.

Tal vez tiene una rabia que no pasa, y, en poco tiempo, esa rabia se volverá resentimiento. Por eso, debe cortarla.

Si el clima no es bueno en el matrimonio, no hay intimidad, no hay amistad, solo hay carencias, y su corazón le dice: «Mira hacia allí, mira a esa persona. Ella te admira. Envíale un mensaje. Crea una excusa solo para estar ahí»; si su corazón le empieza a pedir eso, vigile. El adulterio no empieza en la cama, empieza en el corazón, en los malos pensamientos.

No se olvide de que el origen de los peores carnavales de la historia está en su interior. Lo de afuera es solo la expresión de lo que está adentro.

Solo la mente conectada con Dios es capaz de dominar el corazón.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.