thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

¡ESTA VEZ JESÚS PERDIÓ LA PACIENCIA!

Un acontecimiento con los discípulos y el Señor Jesús nos enseña a pensar y usar la inteligencia que tenemos en abundancia. Aprenda y ejecute la fe inteligente

Hubo un acontecimiento muy curioso entre el Señor Jesús y los discípulos que es poco comentado (Marcos 8). Usted aprenderá qué significa «fe inteligente», porque Dios nos manda a pensar, no solo a creer. La fe no dispensa la inteligencia y la inteligencia no dispensa la fe.

El Señor Jesús había terminado de multiplicar los panes y los peces en un lugar apartado. Es uno de Sus milagros más conocidos. Cuando ese momento terminó, ellos entraron a una barca y fueron a otro lado. Los discípulos se olvidaron de llevar los panes y solo guardaron uno. Entonces, el Señor Jesús les empezó a hablar sobre la «levadura de Herodes y los fariseos». Él estaba hablando sobre un asunto espiritual. La «levadura» era una analogía de «algo que se propaga». Las palabras de los fariseos y de Herodes eran como levadura dentro de las personas que las escuchaban, y los discípulos debían tener cuidado con esa «levadura». Hasta hoy es así, sobre todo a causa de internet.

Solo que los discípulos, movidos por el sentimiento de culpa por haberse olvidado del pan, dijeron: «… Es porque no trajimos pan», Marcos 8:16.

«Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón?», Marcos 8:17.

En otras palabras, Jesús dijo: «¿Por qué ustedes están discutiendo por no tener pan? ¿Son ciegos, son sordos, no tienen memoria? Cuando partimos los panes entre los cinco mil, ¿cuánto sobró? Acabo de multiplicar los panes y de alimentar a una multitud, ¿creen que los dejaré a ustedes con hambre?». Es decir, no era necesaria ni la fe, solo era necesario pensar un poquito. Por eso el Señor Jesús a veces quedaba frustrado con Sus discípulos. Solo era necesario pensar.

¿Cuál es la lección de esto? Es fácil hablar de los discípulos, pero ¿cuántas veces nos preocupamos por una situación semejante de algo que ya vencimos en el pasado por medio de la fe en Dios? Nosotros nos olvidamos de lo que está escrito en la Palabra y de lo que vivimos con Él. Hay personas que se olvidan en el sentido de la ingratitud, se olvidan de dónde Dios las sacó, incluso se olvidan a causa de la ansiedad. Las personas no piensan. Jesús dijo: «¿No se acuerdan de cuando alimenté a más de cinco mil personas?», debemos recordar las cosas buenas. Eso calmará nuestra alma y diremos: «Dios es fiel. Descanso en Él. Por lo que ya vi y escuché, aunque solo me quede un pan, confío en que Él suplirá mis necesidades».

Medite en esto y vea el siguiente video.

imagem do author
Colaborador

Obispo Renato Cardoso