thumb do blog Renato Cardoso
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ESTE CONSEJO ME AYUDÓ MUCHO

Una conversación equivocada puede desviar su camino, sin embargo, una conversación productiva y guiada por Dios puede fortalecer y mejorar sus buenas costumbres

Una palabra que me ha servido durante décadas es la siguiente: «No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres», 1 Corintios 15:33.

Todos tienen buenas y malas costumbres. Usted duerme siempre del mismo lado de la cama, hace las mismas cosas por la mañana, sigue la misma ruta hacia el trabajo, y podría decir: «Esto es un hábito, no dejaré de hacerlo». Pero el Texto dice que hay algo más grande que un hábito. Solo los que ya intentaron dejar de fumar, por ejemplo, saben lo difícil que es romper un mal hábito.

No obstante, el Texto dice que un poder mayor que el hábito es el poder de las malas conversaciones. Cuando usted tiene una conversación inclinada hacia el mal, las palabras que salen de su boca y las que entran en usted por otras personas tienen poder. Esas palabras tienen la capacidad de derrumbar los cimientos, incluso de las personas con buen carácter. Esa persona empieza a abrir su mente a ideas erróneas.

He visto personas que eran buenas compañías con la arrogancia de pensar: «Puedo tener cualquier conversación, yo no me dejo influenciar». Pero comienzan a involucrarse en malas conversaciones.

¿Cómo logró inducir la serpiente a Eva? ¿No fue con una mala conversación? Es por lo que, si usted tiene buen juicio, si quiere mantener su matrimonio, su conducta y todo lo bueno que tiene intacto, debe huir de cualquier mala conversación. Incluso de conversaciones en internet. Sea por el medio que sea: no se involucre en malas conversaciones.

Por otro lado, también podemos comprender que las buenas conversaciones pueden reparar las malas costumbres. Si quiere mejorar como persona, debe buscar personas que conversen con usted cosas que lo hagan crecer, que le aporten algo. De esta manera, abandonará las malas costumbres.

El rey Salomón habló al respecto: «El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado», Proverbios 13:20.

Él estaba diciendo lo mismo: si se asocia con un necio, con alguien que solo vomita odio, quejas, críticas y malicia, será corrompido. Así como la naranja buena se contamina con la podrida, pero la sabiduría del sabio hará que usted busque la sabiduría.

En primer lugar, debe buscar a Dios, porque Él es la fuente de la sabiduría. Su temor a Él hará que evite las malas conversaciones. Y, en segundo lugar, debe buscar personas sabias, que practican los consejos que predican. Huya de los engañadores, de los que no practican lo que dicen, huya de los que siembran malos ojos.

Reflexione al respecto con el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso