Si quiere tener éxito en cualquier área de su vida, debe estar entre los pocos.

Al hablar de «éxito», las personas piensan que es equivalente a «dinero», pero no me limito a las conquistas materiales. Cuando hablo de «éxito», hablo del éxito en la familia, en la salud y también en lo espiritual.

Vea lo que este hombre Le preguntó a Jesús: «… Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y Él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán», Lucas 13:23-24.

Por la respuesta del Señor Jesús, comprendemos que la Salvación implica esfuerzo. Es una fe que debe entrar por la puerta estrecha, la Salvación en la que solo los que violentan sus propias voluntades y las fuerzas contrarias de este mundo lograrán. Por eso, son pocos los que se salvan. Preste atención: la mayoría no será salva.

El principal éxito en la vida, que es la Salvación, es para pocos y para los que se esfuerzan. Si usted quiere ser económicamente exitoso, debe esforzarse. El que quiere tener un cuerpo saludable, debe renunciar a determinados alimentos; el que quiere tener oportunidades en su profesión, debe esforzarse. Si en la vida es así, ¿qué cree que debemos hacer para estar entre los pocos que entrarán en el Cielo con Dios? Todos los días debemos llevar nuestra cruz, decirle «no» al pecado, caminar por un camino estrecho, enfrentar las burlas de las personas. El camino de la Salvación no es para cualquiera.

La puerta es estrecha. Para pasar por un lugar estrecho, usted no puede pasar corriendo o con los ojos cerrados, debe apretarse. Eso es lo que implica la búsqueda de la Salvación, es «tragar sapos» y resistir cuando somos provocados.

La persona piensa: «Soy una buena persona, por lo tanto, entraré en el Cielo». Pero el Cielo es para los perdonados. Otros creen que entrarán por pertenecer a una denominación o a una religión. «Dios es amor, así que no lanzará a la persona al infierno». No, Dios respetará la decisión de esa persona.

Muchos intentarán entrar, pero no lo lograrán. La Salvación es difícil, solo viene por la práctica de la fe que exige esfuerzo. Es confiar en la bondad del Hijo de Dios y, por Sus méritos, estar entre los pocos que serán salvos.

¿En qué grupo estará usted, en la minoría o en la mayoría?

Medite al respecto a través del siguiente video.