JESÚS SUSTITUYE LA REENCARNACIÓN
¿Existe la reencarnación? Hay muchas ideas e historias al respecto. Pero la pregunta crucial es: ¿Qué dice Dios al respecto? ¿Existe la reencarnación en la Biblia? Vea el video y compréndalo
Voy a quitarle la duda a una persona que pregunta por la reencarnación. No suelo hablar de este tema, sin embargo, es muy importante, porque concierne al alma de las personas. Entonces, responderé a la luz de la Biblia.
La doctrina de la reencarnación, básicamente, consiste en la idea de que la persona, después de la muerte, vuelva en el cuerpo de otra persona (o animal) para que, si al morir estaba en deuda (no había «evolucionado»), pueda ir purificando su propio karma, evolucione o pueda partir hacia un plano superior. ¿Esto tiene algún fundamento bíblico? Ya le adelanto que hay muchos pasajes que, simplemente, descartan esta idea.
Me enfocaré en la historia que el Señor Jesús contó sobre dos hombres: Lázaro y el rico (Lea Lucas 16:19-31). En esta historia, los dos murieron. Lázaro fue enviado al Cielo. El rico se encontró en el infierno, en llamas, atormentado y, cuando se vio en esa situación, clamó a Abraham y dijo: «Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama», Lucas 16:24. Esta actitud de pedir misericordia después de un tiempo es algo muy común en el ser humano. El ser humano recibe muchas oportunidades de misericordia cuando está equivocado. Generalmente, las personas reciben la oportunidad de arrepentirse, sin embargo, solo recurre a esta cuando ya pasó la oportunidad.
Entonces, Abraham respondió: «… una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá», Lucas 16:26. Aquí se descarta también la doctrina del purgatorio. La idea de que las personas pasan por el purgatorio y después van al Cielo no existe en la Biblia. El purgatorio se vendía a precios carísimos por las indulgencias (está en la historia de la humanidad y usted puede averiguarlo).
Retomando la idea de la reencarnación, Abraham eliminó la idea del cambio de estado después de la muerte con su afirmación. Su situación, después de la muerte, no cambiará. No importa si la persona tiene el deseo de un cambio, es definitiva. La oportunidad de que usted cambie su eternidad se da mientras respira en este mundo. Con cada suspiro, usted obtiene la oportunidad de arrepentirse, de cambiar su vida, de creer en Dios. Después de la muerte, no se puede cambiar la decisión.
El rico, cuando vio que su caso estaba perdido, recordó a sus hermanos y dijo: «Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento», Lucas 16:27-28. En otras palabras, el rico le pidió a Abraham que reencarnara a Lázaro para que pudiera decirles a los hermanos que eso era real, que el infierno era real, que el Cielo era real. El rico le pidió a Lázaro que regresara de entre los muertos para hablar con los hermanos. Pero Abraham se negó.
El rico insistió: «No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán», Lucas 16:30. Sin embargo, Abraham se refería a la Palabra de Dios. Era necesario que los hermanos del rico escucharan: «Moisés y los profetas», es decir, la Palabra proferida por ellos como testimonio. Dios dejó Sus palabras como testimonio para que los que creyeran en estas no murieran.
Entonces, no existe posibilidad de reencarnación. Observe, si yo soy un alma reencarnada, no tengo idea de cuáles fueron mis errores en la vida anterior, ¿cómo voy a corregir esos errores? Por más que esa idea sea apelativa, no pasa el test de la racionalidad. Pero la Palabra de Dios es bien clara. Y quien desee la Salvación debe creer en el único Hijo de Dios, el que Dios Le ofreció al mundo como sustituto para pagar nuestros pecados, como ofrenda de sacrificio, de manera que el que crea en Él pueda alcanzar la Vida Eterna.
«Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio».(Hebreos 9:27).
Después de la muerte, vendrá el juicio. Los salvos resucitarán para estar con Dios y los perdidos irán al Juicio Final y luego a la condenación eterna (que ellos mismos eligieron en vida).
Si usted quiere una oportunidad para resolver su eternidad, es aquí y ahora.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.