En Hechos 24, vemos la historia del gobernador Félix. Él era el responsable de los asuntos en Judea, recaudaba los impuestos y cuidaba los intereses de Roma. Y el cristianismo era considerado una secta. En una ocasión, pidió que llamaran al apóstol Pablo, vea:

«Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era judía, y mandó traer a Pablo y lo oyó hablar acerca de la fe en Cristo Jesús. Y al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar», Hechos 24:24-25.

Vea que eran temas que a un gobernante no le gustaría escuchar. Pero Pablo habló sobre temas que aquel hombre necesitaba reflexionar. Y fue tan fuerte lo que dijo que Félix quedó atemorizado.

Pasaron dos mil años y el ser humano no cambió. Cuando decimos que Dios juzgará a las personas, y que quien no tenga al Abogado, al Señor Jesús, será condenado, hay quienes no quieren escuchar eso, pero se atemorizan, como le sucedió a Félix.

Si quiere recibir la Salvación, tiene que entender que la Palabra de Dios lo dejará incómodo. Félix no quería perder sus beneficios. Así también, hoy en día, muchas personas no quieren escuchar el verdadero Evangelio, porque saben que tendrán que abandonar sus pecados, en el caso de que realmente quieran agradar a Dios.

Tal vez usted sea como Félix, escucha la Palabra de Dios, pero intenta silenciarla. Le pregunto: ¿Por qué lo incomoda tanto la Palabra de Dios?

Vea el mensaje completo en el siguiente video.