LA PEOR MANERA DE MORIR (Y LA MAYORÍA SE VA ASÍ)
Cierta vez, alguien dijo que las únicas dos cosas seguras en la vida son la muerte y los impuestos. En este video explico cuál es la mejor y la peor manera de morir
Alguien dijo: «Las únicas dos cosas seguras en la vida son la muerte y los impuestos». Hoy, no hablaré de los impuestos, sino de la «muerte».
¿Sabe cuál es la peor manera de morir? Piense un poco. Muchas personas dicen: «De qué manera horrible Fulano perdió la vida». ¿Cuál es la peor manera? ¿Asesinado de un tiro? ¿Suicidio? ¿Un accidente? ¿Una enfermedad terminal?
El Señor Jesús habló al respecto de esto, dirigiéndose a los religiosos: «Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo soy, en vuestros pecados moriréis», Juan 8:24.
La peor manera de morir es con los pecados no resueltos, no perdonados. Porque, desde el punto de vista físico, el cuerpo desaparecerá, independientemente del tipo de muerte, se volverá polvo. Entonces, la consecuencia de la forma en la que morimos dura poco. La peor muerte es la de la persona que muere en sus pecados, porque ese tipo de muerte la hará sufrir una segunda muerte, la cual es descripta por la Biblia como la eternidad lejos de Dios.
Para que tenga una pequeña idea de lo que esto significa, si cree que el mundo actualmente está difícil (porque hay mucha injusticia, violencia, cosas equivocadas, guerras, enfermedades), piense que, a pesar de que todo empeora, la presencia de Dios aún está aquí, el Espíritu Santo aún está aquí. ¿Hay tinieblas en el mundo? Sí, pero todavía están los que son luz, la iglesia, así como la Palabra de Dios y el Espíritu Santo.
La Biblia dice que un día el Espíritu Santo será tomado, al igual que la iglesia. Claramente, la Biblia será extinta, porque la humanidad ya no querrá la Palabra de Dios. Con el Espíritu Santo y la iglesia lejos de aquí, las personas estarán como siempre quisieron: libres de Dios.
Ahora bien, si el mundo, tal como está, ya le trae angustia, incluso con la presencia de Dios aquí, ¿se imagina lo que será el lago de fuego, en densas tinieblas y oscuridad; con todo y todos los que rechazaron a Dios?
Por eso, el Señor Jesús habló sobre «morir en los pecados». Pero eso no es lo que Dios quiere para las personas. Preste atención, Dios no quiere que las personas vayan al infierno, por ese motivo, está predicando y dio a Su Hijo. Sin embargo, si las personas eligen la condenación, Él cumplirá sus deseos. Si esas personas no Lo quieren en vida, no Se impondrá sobre ellas por la eternidad.
Usted puede decir: «¿Cómo sé si estoy viviendo en pecado?». Todos los seres humanos sienten culpa. Todos los seres humanos tienen el deseo de, al mirar hacia atrás, hacer las cosas diferentes de como las hicieron: «Si pudiera hacerlo de nuevo, no trataría a mi hijo de esa manera». Los seres humanos podrían hacer una lista de lo que harían diferente.
Esas personas que se golpean el pecho diciendo: «No me arrepiento de nada», cometen el peor pecado, el del orgullo.
Todos cargan culpa, saben lo que es el pecado y anhelan la justicia. Observe que estoy hablando de conceptos universales (no importa la cultura, la época o la religión), todos los seres humanos anhelan un mundo mejor. ¿De dónde proviene ese deseo? De lo que está programado en nuestro interior, porque sabemos que la vida no es solo eso. No tiene sentido que sea solo eso.
Es exactamente por este entendimiento que tenemos conciencia del pecado. Si usted es consciente de que se equivocó, está en deuda. Cuando aparezca delante de Dios, también estará debiendo, porque cometió pecados. Por eso, el Señor dijo: «… si no creéis que Yo soy, en vuestros pecados moriréis».
Ese «creer en quien Yo soy», es: «Estoy dando Mi vida como pago por tus pecados. Yo resuelvo tus deudas, arrojo tus pecados al mar del olvido. Todo lo que necesito, para que tú te beneficies de eso, es que creas en Mí. Si decides vivir de acuerdo con Mi Palabra de aquí en adelante y confesarme delante de los hombres, Yo te confesaré delante del Padre».
En otras palabras, cuando usted muera, delante del trono, en el Juicio Final, el Señor Jesús dirá: «Padre, Yo conozco a esta persona. Creyó en Mí, sus pecados están resueltos».
Solo quien ya fue absuelto en un tribunal conoce la sensación de ser considerado inocente por la Justicia.
No obstante, los que mueren en sus pecados, lamentablemente, tendrán la peor muerte de todas. Yo oro mucho para que este no sea su caso.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.