Después de ser bautizado en las aguas, Jesús escuchó, junto a todos los presentes, una única y poderosa voz que confirmaba: «¡Este es Mi Hijo amado!». Sin embargo, 40 días después, en el desierto, el diablo intentó hacerlo dudar tres veces de esa verdad.

«Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y he aquí, los Cielos se abrieron, y Él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre Él. Y he aquí, se oyó una voz de los Cielos que decía: Este es Mi Hijo amado en quien Me he complacido». Mateo 3:16-17

Inmediatamente después del bautismo, la Biblia dice que Jesús fue conducido por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado por el diablo.

«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre. Y acercándose el tentador, Le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». Mateo 4.1-3

Observe que el diablo esperó que Jesús tuviera mucha hambre para tentarlo. Dios ya había dicho que Jesús era Su Hijo amado, y, si Dios lo dijo, está dicho, nadie puede cambiar eso, pero el diablo hace a la persona cuestionar (dudar).

Intentó hacer que Jesús dudara de que era, de hecho, Hijo de Dios; y así trabaja hasta hoy, lanza dudas en las personas, haciéndolas pensar que no son capaces, que Dios no las escuchará. ¿Por qué? Porque si la persona acepta la duda, ella misma se destruye.

Entonces, debe tener mucho cuidado, porque el diablo es el padre de la duda. Así como Dios trabaja con la fe, que es la certeza del cumplimiento de Su Palabra, el diablo trabaja con la duda.

De esta manera, Jesús combatió la duda (tentación) usando la Palabra, como podemos leer en Mateo 4:4:

«Pero Él respondiendo, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».

Jesús venció al diablo tres veces, diciendo: «Está escrito». Con solo tres versículos, Él venció al acusador en esa situación. Ese es el poder de la Palabra. Después de que Jesús dijo el tercer «escrito está», Satanás Lo dejó.

«El diablo entonces Le dejó; y he aquí, ángeles vinieron y Le servían». Mateo 4:11

En ese momento, Jesús nos estaba dando un ejemplo de cómo tenemos que vencer las tentaciones que aparecen en nuestro camino.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.