LA VERDAD SOBRE EL SALMO 23 EN HEBREO
En este video comprenderá el verdadero significado del Salmo 23 y de qué manera reordenar sus prioridades puede transformar su vida. Vea hasta el final y descubra este poderoso secreto
«El Señor es mi pastor, nada me faltará». Estas son las primeras palabras del Salmo 23, este famoso salmo de David, que tiene, en su idioma original, el hebreo, un significado diferente al que estamos acostumbrados.
Cuando se traduce «El Señor es mi pastor, nada me faltará», el texto indica lo siguiente: «El Señor es mi pastor, Él no me faltará». En otras palabras, Él no faltará. Los traductores incluyeron el «nada», lo cual, si bien no es incorrecto, quita parte del significado completo que este texto transmite en su idioma original.
«Él no me faltará» es muy diferente de «… nada me faltará», porque cuando hablamos de «nada», las personas inmediatamente piensan en cosas materiales. Así, el Salmo 23 a menudo se asocia con victorias materiales, como si el salmista estuviera hablando de la relación de una persona con los bienes materiales. Sin embargo, el verdadero significado de este Salmo es la relación de la persona con Dios, el proveedor de todas las cosas.
En otras palabras, el enfoque del Salmo 23 es nuestra relación con la promesa de Dios de que Él no falte en nuestras vidas. Una cosa es: «No me faltará el pan de cada día», y otra es: «No faltará Dios en mi vida». Obviamente, si Dios no falta en mi vida, no me faltará el pan, porque Él suplirá todas mis necesidades.
Observe que la diferencia aquí es muy importante, porque muchas personas, en lugar de buscar al pastor, que es el Señor, al leer este Salmo buscan el: «… nada me faltará». Han tratado a Dios de manera incorrecta: cuando necesitan algo, acuden a Él; pero cuando todo está resuelto, dejan a Dios de lado y siguen con sus vidas, hasta que surge la siguiente necesidad. Sin embargo, la condición para que nada me falte es que haga a Dios mi Señor.
David, que era pastor de ovejas, sabía muy bien lo que era cuidar a este animal. Él arriesgaba su vida por sus ovejas. Así que concluyó: «Si nunca les falté a mis ovejas, ¿qué dirá el Señor?».
Este es el enfoque que Dios quiere que tenga en su vida: no tratarlo como un mostrador de negocios. Dios no es un comerciante, Dios es Padre, Dios es Señor, y lo que Él quiere es tener una relación con nosotros.
Necesita poner este entendimiento en su corazón. Así como usted, como padre o madre, desea tener una relación con su hijo, no quiere que su hijo recurra a usted solo cuando necesita pagar una cuenta, ni quiere escuchar de él solo pedidos de dinero.
Muchas personas recurren a Dios sólo cuando necesitan algo físico. ¿Y sabe cuál es el resultado de este tipo de trato hacia Dios? El resultado es que faltará todo.
Cuando David escribió este salmo, sabía exactamente de qué estaba hablando: «El Señor manda, yo obedezco». Por esta relación que tenía con el Señor, podía decir: «El Señor no me faltará; por lo tanto, nada me faltará».
Entonces, ¿vamos a reevaluar nuestra relación con Él? Reevalúe si ha tratado a Dios solo como el proveedor de sus necesidades o como el Señor, Guía, Director de su vida, de manera que usted vaya a donde Él le dice y haga lo que Él le dice. Y la consecuencia natural es que Él mismo cuidará, como todo buen pastor, de que nada le falte.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.