LO MÁS CERCANO AL CIELO EN LA TIERRA
Dios creó a la familia para reflexionar en nuestra relación con Él. Cuando los valores familiares son distorsionados, el ser humano se aparta del Creador
La familia bendecida es lo más cercano al Cielo en la Tierra. Esto significa que es lo más cercano a Dios que podemos llegar aquí. Cuando Dios creó a la familia, creó un prototipo del Cielo. Las relaciones familiares que tenemos, en la práctica, es una idea de cómo debemos relacionarnos con Dios. Por eso, Él creó padre, madre e hijos pues, como Padre, desea relacionarse con nosotros como hijos. Así como usted, madre o padre, espera el respeto, la consideración, obediencia y reconocimiento de sus hijos, Dios también espera eso mismo de nosotros con relación a Él.
Por eso, el mal odia a la familia y trabaja incesantemente para destruirla, a fin de borrar de la mente humana todo tipo de referencia de Dios. Cuando una persona no sabe lo que es vivir en familia, también tiene dificultades para comprender a Dios.
Considera, por ejemplo, al casamiento: este es una representación de nuestra alianza con Dios. La Palabra de Dios afirma: «…Tu esposo es tu Hacedor…» (Isaías 54:5). Dios establece una alianza con Su pueblo, un pacto con compromiso, como el casamiento, para mostrarnos el compromiso de cuidarnos. Sin embargo, a lo largo de las décadas, observamos el debilitamiento de estas instituciones tan antiguas. La familia y el casamiento existen desde antes de la iglesia y de cualquier religión.
El casamiento como reflejo de la alianza con Dios:
Cuando un hombre deja al padre y a la madre para unirse a su mujer, y ella hace lo mismo, él está comprometiéndose a cuidarla con su propia vida. Esa fue la comprensión original del casamiento: «Yo voy a cuidarte, aunque me cueste la vida». Por eso, la Biblia enseña que el marido debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia y Se entregó por ella (Efesios 5:25). Antes de morir en la cruz, Jesús anunció una nueva alianza: levantó el cáliz del vino y el pan, representando Su sangre y Su cuerpo, y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros». (Lucas 22:20). De esa manera, Él dio la vida por nosotros ejemplificando el verdadero significado de casamiento: un compromiso de entrega y sacrificio.
La relación entre marido y mujeres lo más cercano que tenemos para entender nuestra relación con Dios. Cuando comprendemos lo que significa tener una alianza y compromiso, entendemos mejor nuestra relación con Él. Si una mujer se siente segura al lado de un marido dispuesto a dar su vida por ella, mucho más podemos sentirnos seguros en Cristo, que dio Su vida por nosotros.
Un matrimonio verdadero es aquel donde ambos sacrifican sus voluntades por el bien del otro. El «yo» muere para que nazca el «nosotros». Cuando una persona vive solamente para sí misma, sin necesitar compartir nada ni renunciar a sus deseos, ¿cómo podría comprender plenamente el concepto de alianza con Dios? Eso no es una crítica a quien es soltero
Sino una realidad enseñada por la Palabra de Dios.
El valor de la familia:
Quien desea estar bien con Dios necesita reconocer el valor de su familia. Si usted está casado, debe valorar a su cónyuge. Independientemente de los problemas que enfrentes hoy, comienza a mirar a tu marido o esposa con los ojos de la fe. Si tu marido parece estar más cerca del diablo que de Jesús, comienza a tratarlo como Cristo trata a la iglesia. Por tu fe y obediencia a la Palabra, puedes ganarlo para Jesús.
Si aún no estás casado y el mundo te enseñó a no creer en el matrimonio, Tienes que saber que Dios no obliga a nadie a casarse. El propio Jesús dijo que el casamiento no es para todos, ya que no todos están dispuestos a renunciar a sus propias vidas. Sin embargo, si deseas que el plan de Dios se cumpla plenamente en su vida, abre tu corazón a esta posibilidad y cree que esa promesa puede realizarse.
La Biblia dice que Dios hace que el solitario habite en familia. Aunque su pasado haya sido difícil, Dios puede cumplir esa promesa en su vida. Por lo tanto, mire a su familia
Como Dios la mira, cuídela, independientemente de la situación actual. Comienza por ti. Tu relación con Dios se fortalecerá y se volverá mucho más real cuando aprenda a vivir y a practicar buenas relaciones dentro de su propia familia. De esa manera, podrá disfrutar de lo más cercano del Cielo aquí, en la Tierra.
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