A partir de hoy, hablaremos de 10 señales para que usted pueda identificar a los malos pastores. Hoy hablaremos del primero. ¿Por qué es importante saberlo?

Al reprender a los escribas y a los fariseos, Jesús dijo:

«Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el Reino de los Cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando», Mateo 23:13.

Los escribas y los fariseos eran los líderes religiosos de ese momento, los responsables de conducir espiritualmente al pueblo, tal como los pastores o cualquier líder religioso de los días de hoy.

Esos malos pastores, malos líderes religiosos, ni entran al Reino de los Cielos ni dejan entrar a los que lo desean. Por esta razón, es importante que usted aprenda a identificarlos, ya que ellos quieren todo, menos la Salvación de su alma.
Es muy importante madurar en la fe y aprender a poner la mirada solo en el Señor Jesús, Él es el Pastor y el Obispo de su alma. Y todo pastor, todo hombre de Dios, mirará a Jesús, y no a sí mismo.

Si usted sigue la voz de un mal pastor, se desviará del camino correcto, perderá su Salvación, su fe. Y es nuestra obligación alertarlo, como lo hizo el Señor Jesús.
Esta es la primera señal: El mal pastor abandona su rebaño.

«Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.» Juan 10:11-12

Hemos visto muchos buenos pastores que han dado sus vidas, literalmente, colocando a las ovejas del rebaño del Señor Jesús por encima de sus propias vidas. Dejaron sus familias, su tierra natal, sus sueños personales y atendieron el llamado del ministerio, ya sea en otro país o en un lugar distante. Fueron allí y cumplieron con ese llamado. Son buenos pastores, dan sus vidas por las ovejas, y esa es una de las señales del buen pastor.

Sin embargo, una de las señales del mal pastor es que abandona a sus ovejas, porque lo que realmente quiere es cuidar sus propios intereses. Si hay algo que contraría su bienestar, abandona su rebaño. Jesús Se refiere a ese pastor como «asalariado», es decir, es un comerciante, tiene más interés en la leche y en la lana de la oveja que en la oveja misma. Dios también Se refiere a ese tipo de pastor como inútil.

«¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido.» Zacarías 11:17

Vea en el siguiente video el mensaje completo.