Metas a corto plazo
La mayoría de nosotros no logra alcanzar metas a largo plazo, dentro del plazo. Perder 10 kilos en los próximos tres meses, pagar todas las deudas antes de fin de año, estar casado antes de los 30, ganarle a la competencia en participación de mercado. Las metas son trazadas, los planes son hechos, pero las cosas no suceden como esperábamos. Entre el planear metas y alcanzarlas, la vida transcurre, y, muchas veces, ajena a ellas.
Pero en realidad, la mayor razón de que las metas a largo plazo no son alcanzadas la falla en alcanzar las de corto plazo.
Toda meta, por más largo que sea su plazo, es alcanzada gracias a una serie de mini-metas logradas en dirección a la meta mayor. Si usted quiere perder 10 kilos en los próximos 3 meses, por ejemplo, una mini-meta es no comer el postre en el almuerzo de hoy. Otras mini-metas serían usar las escaleras en vez del ascensor, y no repetir el plato en la cena. Es decir, usted solo tiene que preocuparse en alcanzar su próxima mini-meta. Y después la próxima. Y así en adelante.
Y es ahí donde muchas veces perdemos el foco. Nos ponemos tan ansiosos con la meta grande, pareciéndonos tan grande, difícil e inalcanzable que, en el estrés, hacemos lo contrario de lo que nos llevaría más cerca de la meta: ¡avanzamos hacia aquella torta de chocolate! Y nos mentimos a nosotros mismos: “Es sólo hoy.”
Todos nosotros necesitamos tener grandes metas. Soñar, tener al cielo como objetivo, pensar en grande. Pero la verdad es que sólo podemos hacer lo que ahora está delante de nosotros: el próximo paso, aquella llamada telefónica, aquel e-mail, separar aquellos 50 pesos para la deuda de 5 mil.
No pierda de vista su gran meta. Pero hágase un favor: preocúpese solamente por alcanzar la próxima mini-meta que está delante suyo.
Y repita el proceso hasta que la gran meta sea alcanzada.