MIRE LO QUE HAY ENTRE EL SÍ Y EL NO
¡Existe un causante de su destrucción y debilidad: la duda! Elimínela y sus caminos serán totalmente diferentes
La duda divide nuestras fuerzas. Es la maldición de la vida de muchas personas que no se dan cuenta de cómo abrieron la brecha para el mal simplemente al dejarla entrar. Tal vez, muchos de sus proyectos no han salido del papel por culpa de la duda.
Jesús dijo que el diablo está entre el «sí» y el «no». Él dijo: «Lo que pasa de esto, procede del diablo». ¿Qué hay entre el «sí» y el «no»? Está el «tal vez», el «quién sabe», el «¿y si…?», están las dudas.
Y usted debe tener mucho cuidado para no vivir entre el «sí» y el «no». O es «sí» o es «no». La duda abre la puerta para que el mal entre en su vida. Esto les ha sucedido incluso a personas que un día predicaron la fe.
Entonces, ¿qué debe hacer? «Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos» (Santiago 1:6-8).
La duda destruye la propia esencia de la persona. Es como si alguien le quitara el suelo bajo sus pies. Cuando hay un terremoto, algunas personas no reaccionan y otras corren sin ninguna seguridad. Si el suelo bajo nuestros pies tiembla, ¿de dónde nos sostendremos? Y así es con la duda.
¿Dónde debe apoyarse para que el suelo bajo sus pies no sea sacudido? Jesús dijo: «El cielo y la tierra pasarán, mas Mis palabras no pasarán» (Mateo 24:35). Más seguras que el suelo bajo nuestros pies son las palabras de Dios. Apoye toda su vida en Su Palabra.
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