Hay una idea equivocada sobre la relación con Dios: «Si construí una vida correcta ante Dios durante un buen tiempo, entonces tengo crédito para pecar». Por otro lado, están los que viven equivocados durante mucho tiempo y creen que ya no hay manera de corregirse (es como si todo ese tiempo en el que estuvieron equivocados no les diera la posibilidad de cambiar) y terminan de hundirse porque creen que son un caso perdido.

Después, con tranquilidad, lea Ezequiel 18. El espíritu general de ese capítulo es de lo que le hablaré hoy. Dios dice: «Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá» (Ezequiel 18:24).

En otras palabras, Dios es un Dios del «presente». Su pasado sirvió en aquel momento. Dios observa el momento. Si usted vive de manera correcta con Él durante muchos años, pero decide hacer algo incorrecto confiando en sus años de justicia, debe saber que nada de lo que hizo antes contará. De la misma manera para el que vive durante años en el pecado, Dios no tiene memoria para su pasado. Él borra todo su pasado desde el momento en el que usted decide acercarse a él.

Es necesario que usted siga haciendo lo correcto porque, de lo contrario, arruinará todo en lo que invirtió. Si vivió equivocado hasta hoy, vuélvase a Dios ahora, Él borrará, perdonará y le dará una oportunidad. ¿Qué hará con su «hoy»? Vea el siguiente video.