PAZ EN MEDIO DEL CONFLICTO (+ CONSEJO PARA VENCER LA ANSIEDAD)
¿Alguna vez pensó o Le pidió a Dios que lo libere de problemas o que estos desaparezcan definitivamente de su vida? Ciertamente, eso no sucedió, porque Dios no elimina los problemas de su vida, sino que lo capacita para que usted los venza y le proporciona paz
La paz no es la ausencia de conflictos. Preste mucha atención, especialmente usted que se pregunta: «¿Cuándo tendré un poco de paz?»
Solo en la eternidad, con el Señor Jesús, tendrá esa ausencia total de conflictos, sin lágrimas ni sufrimiento. Pero aquí, en la Tierra, lo mejor que puede tener, en términos de paz, es la certeza de que vencerá sus conflictos. Aunque por un tiempo pueda sufrir una derrota inesperada y momentánea, vencerá la guerra al final. Eso le da paz (certeza y seguridad de que vencerá). No es por sus propias fuerzas (por ser fuerte o tener pensamiento positivo), sino por la convicción de que quien está en su interior es mayor de lo que está afuera. Este es el tipo de paz que podemos esperar en este mundo. Manténgase enfocado en el único camino que lo llevará a la paz eterna: el Señor Jesús.
Usted enfrentará inseguridades, dudas, convivirá con personas difíciles. Hay personas que puede evitar, pero hay otras que están directamente vinculadas a usted. ¿Qué puede hacer? Buscar ser de paz. Como dijo el Señor Jesús, debemos ser pacificadores. Dado que vivimos en un mundo de problemas, al menos nosotros, que tenemos esta conciencia, debemos minimizar los conflictos. En lo que depende de nosotros, viviremos en paz. Debemos evitar ser una espina en la vida de alguien. Los padres les dan paz a los hijos y los hijos a los padres. Sea un promotor de la paz en casa (esto es una señal de que usted es hijo de Dios). Muchas personas fomentan la intriga en este mundo, trafican en chismes, ponen a unos contra otros. Quien es hijo de Dios no hace eso. El hijo de Dios promueve la paz.
Cuando enfrente sus conflictos, esté ansioso o con dudas, ¿qué debe hacer? Vaya a la fuente de la paz, que es Dios. Doble sus rodillas y haga lo que la Palabra enseña. Le daré un consejo, a través de la Palabra: «… echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros», 1 Pedro 5:7. Pídale que elimine la ansiedad, el conflicto. Vierta en una oración sincera sus ansiedades y preocupaciones. Y, antes de levantarse, crea y agradezca, porque ha hecho lo que la Palabra enseña.
En lugar de desquitarse con las personas, de recurrir a medicamentos o de dar rienda suelta a pensamientos negativos, tome todo eso y deposítelo a Sus pies. Le garantizo que, cuando lo haga, tendrá paz (aunque los conflictos estén afuera).
Es como dijo el profeta: «Levantaos y marchad, pues este no es lugar de descanso…», Miqueas 2:10.
En esta Tierra, no descansaremos en el sentido pleno de la palabra, pero, si vencemos aquí, entraremos en el descanso eterno.
Piense al respecto y vea el siguiente video.