El pecado atrasa su vida, atrasa todo lo que planeó alcanzar, todo lo que deseó tener y todo lo que ya conquistó.

Tal vez se queja y se frustra mucho por estar en un punto de su vida en el que piensa así: «Ya debería estar establecido económicamente. Ya debería estar casado y con hijos. Ya debería estar en esta fase en mi vida, pero no lo estoy, parece que retrocedí». Usted culpa a muchas cosas y personas por ese atraso, tal vez hasta a Dios.

Pero no tiene conciencia de que por detrás de esos atrasos están sus errores, tropiezos, pecados y su corazón entregado a sus voluntades y a sus deseos. Sí, el pecado atrasa nuestra vida durante años; a veces, un pecado lleva la vida de la persona 10 o 20 años hacia atrás.

«Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte». Santiago 1:14-15

En otras palabras, nuestros deseos nos engañan, estos nos dicen que será algo bueno, pero, cuando actuamos según nuestro deseo, llega el mal.
La muerte no es instantánea, pero varias cosas van muriendo dentro de la persona. La paz es la primera que muere; después la autoconfianza, porque el pecado genera duda, miedo. La verdad también va muriendo dentro de la persona y ella comienza a mentir para encubrir el pecado cometido. Lo mismo sucede con la conciencia, porque, para intentar lidiar con las consecuencias del pecado, ella tiene que convencerse a sí misma de que lo que hizo estuvo bien. Para esto, ella va dando razones para justificar su pecado, y peca dos veces, porque se está mintiendo a sí misma.

Justificar el error es lo contrario de arrepentirse, que es reconocer el error, hacer lo posible para repararlo y no volver a cometerlo.

Si esta es su realidad espiritual, vea el siguiente video y sepa cómo recuperar el atraso causado por el pecado.